Como el resto de niñas de Fuentesnuevas, Emma Alonso jugaba a la goma y saltaba a la comba. Pero ella, muchos años antes de que Alexia Putellas ganara el balón de oro, soñaba con el fútbol. “Los juegos de los niños me parecían mucho más divertidos y dinámicos”, cuenta al recordarse tirando de la camiseta de su hermano Chus cuando se estaban ‘cocinando’ los equipos para un partidillo. Y Nini, como la llamaba, salía elegida. Tiene así cierta justicia poética que, después de brillar en campo a través y 400 vallas (“el atletismo siempre fue mi campamento base”), coquetear con el ciclismo hasta sufrir una caída y enrolarse en equipos de voleibol y baloncesto porque “me apunto” ha sido una de sus frases recurrentes, fuera defensa central entre los 35 y los 43 años de un equipo femenino de fútbol. La llamaban la ‘abuela’ muchos años después de que la suya la sacara alguna vez del campo por estar jugando al balón con los “chavalones”.

Emma Alonso, de pequeña en los brazos de su madre, Gloria
Emma Alonso rondaba los diez años cuando en el Colegio San José Obrero se hizo una preselección para participar en los Juegos Deportivos del Bierzo: “Yo me apunté a correr y gané a todos, también a los niños”
Emma Alonso, que nunca se sintió afectada por los por entonces consabidos apelativos de ‘macho pirolo’, se crio en Fuentesnuevas. El paraíso, como en la novela de Mario Vargas Llosa, estaba en la otra esquina. Rondaba los diez años de edad cuando Vicente, su profesor de Educación Física en el Colegio San José Obrero de Cuatrovientos, hizo una preselección para participar en los recordados Juegos Deportivos del Bierzo. “Yo me apunté a correr y gané a todos, también a los niños”, recuerda. Su victoria en el centro le dio el pasaporte para participar (y ganar) en el cross disputado en el Polígono de las Huertas del Sacramento todavía en los albores de su urbanización. José Arroyo se acercó por allí para reclutarla. “Y cuando llegué a las pistas de Compostilla, aquello me pareció el paraíso”, cuenta con la imagen nítida de Raquel Arias haciendo salto de altura. “Y luego en mi casa poníamos una cuerda y saltábamos sobre la cama”, señala riendo.
El paraíso estaba en la otra esquina, lo suficientemente lejos como para limitar el contacto fundamentalmente a los entrenamientos en verano y las competiciones los fines de semana tras el consabido “examen de ingreso” de Arroyo: dar tres vueltas a la pista. Ella sobresalía en las pruebas de fondo y se adaptó también a la longitud y el 400 vallas, en este último caso incluso simulando el talonamiento justo antes de entrar a una pista de ceniza con una cuerda de 300 metros hasta acreditar un minuto y un segundo. La ubicación geográfica de Ponferrada tampoco jugaba a favor, cuenta al recordarse el día en que salió con su hermano Chus con un C8 de Fuentesnuevas, no llegaron a tiempo a coger el autobús en la plaza de la Pícara en León y condujeron hasta Burgos para que ella, sin calentar, fuera sexta en campo a través en un Campeonato de Castilla y León absoluto con apenas 19 años de edad y rivales de la talla de Ana Isabel Alonso.
Y es que hay aptitudes que vienen de serie. Los cuatro hermanos Alonso Prieto, “los hijos de Luis y Gloria” en Fuentesnuevas, esperaban con ansiedad las fiestas patronales. “No es que fuéramos competitivos; sobre todo disfrutábamos participando”, apunta muchos años después de aquellas carreras de sacos o de cintas que fueron el caldo de cultivo de éxitos deportivos como el de aquel día de 1992 en que Emma, Chus y Ernesto (Javi mostró sus mejores cualidades en el fútbol y el fútbol sala) lograron cuatro de las seis medallas del Club Endesa de Ponferrada en otro Campeonato de Castilla y León. Por entonces Emma, que había aparcado las pruebas de fondo tras marchar Chus a la mili y quedarse embarazada a los 22 años, ya se consideraba “una corredora de equipo” que aportaba en las vallas sin olvidar aquellas San Silvestre, ya con el Polígono urbanizado y en ebullición, en que cumplía su palabra de “ir a ganar para el turrón”.
Un día Emma y su hermano Chus no llegaron a tiempo a coger el autobús en León y condujeron hasta Burgos, donde ella, sin calentar, fue sexta en campo a través con 19 años en un Campeonato de Castilla y León

De izquierda a derecha y de arriba abajo, Emma Alonso, José Manuel Trabado, Mini Arias, Sonia Vázquez y Raquel Arias

Ponferrada, en la prueba del 400 vallas

Emma Alonso (segunda por la izquierda arriba), con el Promesas Ponferrada de fútbol
El atletismo fue lo principal, pero no lo único. Así ocurrió cuando Emilio Villanueva organizaba carreras ciclistas y los hermanos Prieto Alonso acababan intercambiándose una bicicleta prestada para la ocasión. La abuela le compró una de carretera en Ciclos Marqués a Emma, que empezó a correr junto a Esperanza Neyra hasta que un día en Villafranca del Bierzo paró con el freno de adelante, se cayó y se quedó sin conocimiento. Por influjo de María José Rodríguez ‘Pepa’ también se inscribió en equipos de voleibol y de baloncesto del Instituto Álvaro de Mendaña. Y, sin dejar nunca de lado el atletismo hasta incluso ser durante años monitora, cerró el círculo cuando ya ejercía como auxiliar de enfermería y a los 35 le surgió la oportunidad soñada de jugar al fútbol: dos años en la Ponferradina y seis en el Promesas Ponferrada subiendo a rematar los córneres en el equivalente a la segunda división española.
“El deporte me ha dado un plus para enfrentarme a las cosas. Yo estaba fuerte mentalmente”, dice al contar cómo se enfrentó a la pandemia trabajando como auxiliar de enfermería en el Hospital El Bierzo
La historia para componer este relato la rescatan a pachas Emma y Chus Alonso en el negocio familiar Forja Luis, donde nos refugiamos de la lluvia otoñal tras hacer la foto en la Fuente de las Perales. “La Cogolla era el centro de alto rendimiento”, bromea Chus, que lo es todo y hubo un tiempo en el que era “el hermano de Emma”, quien en marzo de 2020 se vio frente a otro tipo de vallas trabajando en el Hospital El Bierzo en primera línea de batalla contra la pandemia del coronavirus. “El deporte me ha dado un plus para enfrentarme a las cosas. Yo estaba fuerte mentalmente”, cuenta para añadir: “Cuando peor estoy, salgo a correr y vuelvo para casa de otra manera”. Los dos hermanos cuentan con palabras y con miradas que hablan recordando cuando él la llevaba a las carreras en el portabultos de la bicicleta. “Nadie me ha ganado a disfrutar”, sentencia ella. Y así no hay mejor forma de llegar a la meta.

Luis Alonso (derecha), padre de Emma, en las pistas de Endesa en Compostilla

Emma Alonso, la tercera de los cuatro hermanos Prieto Alonso en Fuentesnuevas

Emma Alonso, la tercera de cuatro hermanos

Emma Alonso, con su hermano Ernesto, en las fiestas de Fuentesnuevas

Emma Alonso, una pionera en acudir a los campamentos

Emma Alonso (segunda por la derecha arriba), con un equipo de voleibol del Instituto Álvaro de Mendaña de Ponferrada

Emma Alonso, jugando al baloncesto

Emma Alonso (en primer término, de azul) junto a Esperanza Neyra

Emma Alonso (de fondo), animando a su hermano Chus, que un día que la llevaba en bicicleta a un cross en Columbrianos acabó inscribiéndose en una prueba organizada por Manuel de la Fuente y en la que llegó al esprint con Rodrigo Gavela

Emma Alonso, defendiendo los colores del Club Endesa de Ponferrada

Equipación del Club de Atletismo Endesa de Ponferrada

De izquierda a derecha, Sonia Vázquez, Emma Alonso, Julia Arroyo y Raquel Arias

Foto de atletas del Endesa de la época con José Luis González y Colomán Trabado (cuarto y sexto por la izquierda en la fila de arriba)

Emma Alonso (derecha), con Raquel Arias

Presentación de la Escuela de Atletimos de Endesa en el Ayuntamiento de Ponferrada en 1990

Emma Alonso, con la Escuela de Atletismo de Endesa en las pistas de Compostilla. Había sábados que comenzaban de madrugada recogiendo a chavales y terminaban con su propia competición

Emma Alonso, con alumnos de la Escuela Municipal de Atletismo de Ponferrada en el Estadio Colomán Trabado, con la montaña de carbón de fondo

Emma Alonso, saltando vallas

Emma Alonso, con la Escuela Municipal de Atletismo de Ponferrada en el Colomán Trabado

Emma Alonso, en lo más alto del podio en el Estadio Colomán Trabado de Ponferrada

A la derecha, Breogán, hijo de Emma Alonso

Atletas bercianos de la época

Emma Alonso (primera por la derecha abajo), en un encuentro de atletas bercianos

Emma Alonso (en el centro arriba) con el equipo femenino de la Ponferradina. “Me costó reconciliarme con la Ponferradina cuando nos dejó tiradas y no apostó por el fútbol femenino”, cuenta

Emma Alonso (cuarta por la derecha arriba), con el Promesas Ponferrada de fútbol

Emma Alonso (derecha), celebrando un éxito de la Deportiva Ponferradina en el Estadio El Toralín

Recorte de prensa de las medallas de Chus, Ernesto y Emma Alonso en un Campeonato de Castilla y León

Recorte de prensa de cuando Emma Alonso fue pregonera de Cima en 2003

Recorte de prensa de cuando Emma Alonso fue pregonera de Cima en 2003

Recorte de prensa de la época con los éxitos de la Escuela Municipal de Atletismo de Ponferrada

Emma Alonso, trabajando durante la pandemia como auxiliar de enfermería en el Hospital El Bierzo

Emma Alonso, con su hermano Chus, en Fuentesnuevas

Emma Alonso, con su hermano Chus, en la Fuente de las Perales de Fuentesnuevas

Emma Alonso, en la actualidad en la Fuente de las Perales de Fuentesnuevas, recordando los tiempos de las Subidas a la Cogolla