Los antiguos moradores de la villa medieval de Ponsferrata tenían como lugar de enterramiento para sus seres queridos los terrenos de la propia iglesia de la Encina (en la antigüedad con el nombre de iglesia de la Virgen de la Plaza). Y qué mejor lugar para la morada final de un berciano de creencias religiosas. Pero con la peculiaridad de que las gentes de una posición social privilegiada como eran regidores, nobles, maestros o sacerdotes podían ser enterrados en el interior de la iglesia. Bajo las losas de pizarra (hoy cubiertas) del antiguo pavimento del templo ponferradino. Para ello deberían llevar a cabo el correspondiente pago de un canon. Por su parte la gente del pueblo llano era enterrada en el exterior del recinto religioso.
Esta costumbre de dar sepultura a los humanos tiene sus orígenes en torno al siglo XIV, hacia el año 1300. Ello era debido a la tradición de que las cenizas de los difuntos descansaran en tierra santa, concretamente donde habían recibido el sacramento del bautismo.
La iglesia de la Encina (en la antigüedad con el nombre de iglesia de la Virgen de la Plaza) fue lugar de enterramiento: las gentes de una posición social privilegiada en el interior y el pueblo llano en el exterior

Basílica de la Encina, que fue en su día cementerio de Ponferrada

Puerta principal de entrada a la Basílica de la Encina

Vista lateral de la Encina, con sus contrafuertes
Con el transcurrir de la historia y a causa de pestes y enfermedades, y añadamos la creencia popular -carente de rigor científico alguno- de que la respiración de esas cenizas causaba efectos negativos en la salud de las gentes; sería motivo suficiente para habilitar zonas de enterramiento extramuros de las villas o ciudades.
Cementerio del Carmen: de una profanación a los restos de Girón
Así fue como en pleno siglo XIX la ciudad de Ponferrada decide construir el cementerio o camposanto del Carmen. El que fuera alcalde D. Isidro Rueda López de Cangas sería uno de los impulsores de su construcción. Se mantendría operativo hasta el año 1965. Tiempo después, concretamente en el año 1979, serían retiradas todas las tumbas que aún quedaban en este recinto sagrado.
Dos curiosidades en relación con la historia de este cementerio. Una hace referencia a un artículo publicado en el diario ABC, que vio la luz el 19 de mayo de 1978. El encabezamiento del titular era: “Arrancan las cabezas a dos cadáveres en un cementerio”. Varias tumbas y nichos del cementerio del Carmen de Ponferrada, provincia de León, eran profanadas y concretamente, al menos a dos de los cuerpos enterrados “se les había arrancado la cabeza”.
El alcalde Isidro Rueda López de Cangas sería uno de los impulsores de la construcción del cementerio o camposanto del Carmen, que se mantendría operativo hasta el año 1965
Se recogían, a su vez, las declaraciones del encargado del cementerio ponferradino en el que manifestaba “que por lo menos diez tumbas habían sido abiertas y sacado el féretro con los restos humanos dentro” y añadía “en lo referente a los dos cuerpos cuyas cabezas han desaparecido, se sabe que son de un hombre y una mujer”.

Esculpida en piedra y relieve el escudo de la ciudad con sus puentes, en la parte superior de la puerta al cementerio del Carmen

Esculpida en piedra y relieve la Tau, en el cementerio del Carmen. Símbolo compartido con la puerta de acceso al Castillo de los Templarios

Escultura de un ángel alado, querubín, en el cementerio del Carmen de Ponferrada

Puerta de acceso al solar que fue cementerio del Carmen

Puerta del cementerio del Carmen de Ponferrada
La otra tiene relación con el hombre llamado Manuel Girón Bazán, un mito de la guerrilla antifranquista -conocidos con el sobrenombre de los maqui- en el Bierzo. Toda una leyenda que fue dado por muerto varias veces. En dos ocasiones su fallecimiento fue registrado en el juzgado y publicado en los medios de comunicación. Tras haber sido abatido en el paraje de Las Puentes de Malpaso, cercano al pueblo de Molinaseca, sería enterrado el día 25 de mayo de 1951, a las puertas de la parte civil del cementerio del Carmen. En el año 1979, el vecino de Ponferrada Alfonso Yáñez tramitaría las gestiones oportunas para solicitar la correspondiente exhumación de los restos del guerrillero Girón con el fin de su traslado al camposanto de Montearenas. Tendrían que pasar 18 años, hablamos de 1997, para su definitiva ubicación en el nuevo cementerio de la capital de la comarca del Bierzo.
El guerrillero Girón fue enterrado en 1951 a las puertas de la parte civil del cementerio del Carmen. En 1979, el vecino de Ponferrada Alfonso Yáñez tramitaría las gestiones para la exhumación de sus restos
La puerta de entrada al cementerio es lo único que se conserva. Puerta de un estilo clasista y labrada en sillería de granito. Consta de los gruesos pilares y arco rebajado de línea curvada por arriba, donde se integran las armas de la ciudad con corona real. Esculpida en la piedra y en relieve la Tau, así como el escudo de la ciudad con sus puentes. Con la siguiente leyenda: “En silencio sublime esta morada / le dice al hombre, aspira a mejor vida / que todo en este mundo es polvo, nada”, que a día de hoy resulta casi ininteligible”. El lazo de unión y de relación del cementerio con la fortaleza o Castillo de los Templarios es el que en sus puertas de entradas comparten un mismo símbolo en común: La Tau o Thau.
En un muro lateral se puede contemplar la escultura de un ángel, “querubín”. Según las creencias del catolicismo, querubín es un ángel que dentro de los coros angélicos compone el segundo coro (el primero está formado por los serafines. Estos ángeles citados son mucho más importantes al ser consejeros directos de Dios trabajando a su lado). En un lenguaje coloquial, querubín vendría a ser pequeño ángel que acompaña a Dios o a Jesucristo en su camino a la gloria.

Espadaña y cubierta de la capilla del Carmen en Ponferrada

Espadaña barroca, vista desde el jardín del albergue del peregrino de Ponferrada

Visión general y puerta de entrada a la capilla del Carmen de Ponferrada

Pintura de la bóveda de la capilla del Carmen con motivos que aluden al Camino de Santiago en el Bierzo. Autoras Salomé de Paz y Paola León. La composición se titula Camino

Retablo del altar mayor de la capilla presidida por una talla de la Virgen del Carmen

Retablo lateral con talla de San José en la capilla del Carmen

Retablo lateral con una talla de Santa Teresa en la capilla del Carmen de Ponferrada

Albergue de peregrinos San Nicolás de Flüe

Columna en el albergue de peregrinos San Nicolás de Flüe: tallada en un tronco de castaño de 6 metros de altura por 1 de diámetro. Autores: Loredana Stoleria -rumana- y Juan Carlos Lizana Carreño -chileno-
La Ermita del Carmen se encuentra anexa. Fue fundada por el matrimonio de mercaderes de Ponferrada Pascual Pérez de Quindós e Isabel Crespo Rueda en el XVII, 1681. A comienzos de 1713 es cedida a los Carmelitas Descalzos, quienes levantarían un albergue para peregrinos y pobres, que abandonarían poco después de 1758. La capilla es de planta latina. De una sola nave con bóveda de cañón y cúpula en el crucero. Dos pequeños atrios porticados, uno al norte y el otro al sur. Pequeña torre de espadaña, barroca. En su interior destacan en su retablo las tallas de Santa Teresa, San José y Nuestra Señora del Carmen. Al lado se sitúa el actual albergue de peregrinos de San Nicolás de Flüe.
En años anteriores al actual siglo XXI la procesión del Carmen, 16 de julio, que se celebraba en el entorno de la menciona capilla, reunía a infinidad de vecinos de la ciudad. Procesión recogida y de mucho fervor, que finalizaba con la clásica algarabía de las tradicionales bombas. En la actualidad la capilla sirve de atención espiritual para los peregrinos, así como devotos de la Virgen del Carmen o toda aquella persona que quiera orar o buscar un remanso de paz. En ella se celebra la novena y fiesta del Carmen, en julio. Misa dominical en época de estío.
Montearenas: a la espera del homenaje a los represaliados
El último y actual cementerio municipal de Ponferrada es el que abrió sus puertas en el año 1975 ubicado a unos 3 kilómetros de la ciudad. Es la zona conocida como Montearenas, de ahí su nombre.

Cementerio de Montearenas en Ponferrada

Cementerio de Montearenas en Ponferrada

Cementerio de Montearenas en Ponferrada

Cementerio de Montearenas en Ponferrada
Lugar rico en extracción de granito, especialmente de las laderas del cañón del río Boeza. Este material sería empleado por el arquitecto Antonio Gaudí para la realización del palacio Episcopal de Astorga. También se utilizaría este mismo tipo de material para la construcción de la iglesia de Nuestra Señora del Refugio de Compostilla en el barrio del mismo nombre, en su época poblado de Endesa. Corría el año 1948, siendo su arquitecto don Francisco Vellosillo.
El cementerio de Montearenas abrió sus puertas en el año 1975. Se tiene proyectado ubicar una escultura como homenaje a los represaliados de la Guerra Civil que se cree que fueron enterrados por esos parajes
Se tiene proyectado en esta entrada desde el Montearenas a la ciudad de Ponferrada ubicar una escultura, con el nombre de ‘Estela de los condenados’ -continuación de la ya existen en el Patio de la Higuera del Museo del Bierzo– como homenaje a los represaliados de la Guerra Civil que se cree que fueron enterrados por esos parajes. A día de hoy estas fosas comunes no han sido localizadas.
Rafa Casas es profesor jubilado que ejerció la docencia durante cuatro décadas en el Colegio de la Asunción, en el barrio ponferradino de Flores del Sil