Apenas se haya puesto punto final al ritual de la solemne promesa por parte de los miembros de la Junta de Gobierno de la Real Hermandad de Jesús Nazareno de cumplir y hacer cumplir los Estatutos y Reglamento de la Real Hermandad se dará inició a la procesión de Nuestra Señora de los Dolores o de la Dolorosa. Como punto de partida, la Basílica de Nuestra Señora de la Encina. Estamos en el atardecer del denominado Viernes de Dolores.

La Dolorosa en su procesión del Viernes de Dolores

La Dolorosa en su procesión del Viernes de Dolores

Preciosa efigie, de tallada policromada, obra del escultor coruñés José Juan González, donada por doña Paulina Delgado Rodríguez en 1936. Sin ninguna base de conocimiento, tan solo el de la tradición oral, se habla que el importe de la misma fue de 1.000 pesetas. La toca -que cubre la cabeza- y el manto negro -túnica- sirven para transmitir una expresión de profundo dolor. Una vez finalizado su tradicional recorrido y con la Dolorosa ocupando un lugar preferente en el atrio de la Basílica se entonará el canto de la Salve Regia.

Según una tradición popular, de gran arraigo en nuestra ciudad, el que las inclemencias climatológicas hayan permitido salir a la procesión de la Dolorosa es motivo suficiente para que no se suspenda ninguna de las programadas en la Semana Santa de Ponferrada.

Nuestra Señora de la Esperanza del Camino en la Procesión Penitencial del Santo Cristo del Camino del barrio de Flores del Sil

Nuestra Señora de la Esperanza del Camino en la Procesión Penitencial del Santo Cristo del Camino del barrio de Flores del Sil

La imagen de Nuestra Señora de la Esperanza del Camino recorrerá las principales arterías del barrio de Flores del Sil, que resulta ser el de mayor población de la ciudad. Será en la conocida como Procesión Penitencial del Santo Cristo del Camino, en la noche del Martes Santo. Su organización y desarrollo correrá a cargo de la Cofradía de Santiago Apóstol, que tiene su origen a la clausura del Año Santo Jacobeo de año 1993.

Dice la tradición popular que si el tiempo permite salir a la procesión de la Dolorosa es motivo suficiente para que no se suspenda ninguna de las programadas en la Semana Santa de Ponferrada

Talla adquirida en el 2002 por un importe de 25.843 euros (4.300.000 pesetas). Obra del escultor andaluz don José Lucena Gómez, nacido el 29 de julio de 1950 en Cantillana (Sevilla). Tallada en madera de cedro policromada. Con una altura de 170 centímetros y un peso de unos 100 kilos. Vestida con un manto bordado en oro. Pertenece a la escuela castellana. La corona y la daga son piezas únicas en plata de la Orfebrería Triana de Sevilla. Portada a hombros de 42 costaleros varones, en unas andas confeccionadas por Pablo Villadangos, en madera de nogal, con un peso de 450 kilos.

Digno de señalar el final de la procesión poco antes de la entrada a la iglesia parroquial de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza y la talla del Santo Cristo del Camino, anónimo del siglo XVII.

La Soledad que irá detrás de la Sagrada Urna, acompañándola

La Soledad que irá detrás de la Sagrada Urna, acompañándola

La Soledad, regresando, tras el Encuentro con su Hijo

La Soledad, regresando, tras el Encuentro con su Hijo

Paso de la Verónica

Paso de la Verónica

La imagen de Nuestra Señora de la Soledad la podemos contemplar por primera vez, en la mañana del Viernes Santo, concretamente en la procesión del Encuentro. Para tal evento portará el juego de manos abiertas. A destacar su enorme manto bordado en oro.

Sin dudarlo la procesión del Entierro y Desenclavo del Viernes Santo pasa por ser la más solemne y admirada de toda nuestra Semana Santa. En definitiva, resulta ser la procesión “grande”. Bien nutrida de pasos, trece en total, así como alcanzar el mayor número de nazarenos desfilando en una misma procesión.

En uno de los pasos que procesionan se puede contemplar a esa mujer que la tradición llama Verónica, de ahí del nombre del paso. Ella consigue abrirse paso entre un enorme gentío y acercándose a Jesús para con un pañuelo de lienzo (tela que se solía elaborar de lino, cáñamo o algodón) limpiarle la nariz y el sudor. El Señor quiso recompensarla, y de nuevo acudiendo a la tradición, dejará impreso de manera milagrosa su rostro en el paño-lienzo.

La Dolorosa, que ha procesionado en la tarde-noche del Viernes de Dolores, volverá a procesionar por segunda vez, en este caso acompañada de una María de Magdalena que al contemplarla nos resulta impresionante por su actitud y belleza. Su autor fue José Juan González en el año 1956. La Hermandad le abonaría la cantidad de 8.000 pesetas por su creación. Recogida sobre sí misma, a los pies de la cruz de un Jesús en agonía -de ahí que este paso se le conozca con el nombre de El Calvario o de La Agonía-. Nos transmite y hace llegar un sentimiento de dolor, derrota, abatimiento…

Paso de La Piedad

Paso de La Piedad

María, al fondo, en el paso de Conducción al sepulcro

María, al fondo, en el paso de Conducción al sepulcro

El duelo de las tres Marías

El duelo de las tres Marías

Imagen de María Magdalena que forma parte del paso del Calvario o Agonía

Imagen de María Magdalena que forma parte del paso del Calvario o Agonía

María Magdalena

María Magdalena

De izquierda a derecha, María Salomé, María Magdalena y María de Cleofás

De izquierda a derecha, María Salomé, María Magdalena y María de Cleofás

Mostrando los atributos

Mostrando los atributos, en la procesión del Entierro

En el paso de la Piedad otra vez más la figura de María, la Madre de Jesús. Mujer enlutada, sentada y sosteniendo en su regazo el cuerpo inerte de su Hijo. Otra obra más del escultor e imaginero coruñés José Juan González, tan relacionado con la Semana Santa de la capital del Bierzo, es el año 1945. Según datos económicos de la Hermandad de Jesús Nazareno, el importe del paso fue 9.000 pesetas. También se dan cuenta de otros gastos como portes, embalaje… e incluso los de la estancia del escultor en la ciudad -concretamente en el Hotel Lisboa, por un importe de 155 pesetas-.

La procesión del Entierro y Desenclavo del Viernes Santo pasa por ser la más solemne y admirada de toda nuestra Semana Santa. En definitiva, resulta ser la procesión “grande”

Será a partir de 1949 cuando se pueda contemplar al completo el paso de La Conducción de Jesús al sepulcro, ‘El Traslado’, tal y como procesiona a día de hoy. Del mismo se puede decir que pueda ser el más logrado, ostentoso y solemne de cuantos desfilan en nuestra Semana Santa. En su conjunto es una composición que da una imagen de esplendor, elegancia e incluso sobriedad y tragedia del momento que se vive. A contemplar, una Virgen María enlutada y desolada por la muerte de su hijo. Con una vestimenta que destaca por su sobriedad. En el trasero de este paso se ubica el duelo de las tres Marías con una actitud afligida y oferente. María Magdalena claramente identificada por su larga cabellera descubierta como muestra de penitencia y duelo portando en sus manos un pomo o pebetero con ungüento; María de Cleofás -madre de Santiago el Menor- con la cabeza sin cubrir que no es apropiado en su condición de mujer casada; y, María Salomé, que resulta ser madre de Santiago el Mayor y Juan el evangelista, hijo de Zebedeo. Por la primera fase del paso, compuesto por cinco figuras, se le pagó al escultor de la obra -José Juan González- un montante total de 35.000 pesetas. En su segunda fase, las tres Marías -se cree que su importe sería entorno a las 11.000 pesetas- que llegarían a Ponferrada en un vehículo militar.

Sábado Santo, la Soledad en su máxima expresión de duelo

Sábado Santo, la Soledad en su máxima expresión de duelo

Por segunda vez, en la misma jornada, saldrá por las calles más emblemáticas del casco antiguo de la ciudad la querida y amada imagen de la Soledad tras el paso de la Sagrada Urna. Para este evento portará el juego de manos entrelazadas semiabiertas en señal de abatimiento.

Será en la noche del Sábado Santo donde Nuestra Señora, bajo la advocación de la Soledad, alcanzará su cenit. Se trata de su tercera y última participación. Imagen de un rostro bellísimo que nos transmite un mensaje de sufrimiento, unido a unas lágrimas de congoja. Unas manos entrelazadas, totalmente cerradas, en señal de dolor. A la llegada a la altura de la Torre de la iglesia de San Andrés y a los pies de la Fortaleza Templaria será la señal de inicio para entonar el tradicional Canto de la Salve.

Tomando como argumentos el de su antigüedad, dado que se trata de una imagen tallada, año 1854, por el escultor ponferradino Manuel Félix López (‘el tallista’), con residencia en Madrid, quien cobró la suma de 4.047 reales -se cree que incluido vestidos y manto-; y el de su gran devoción por parte de miles de creyentes y no creyentes de la comarca, esta mencionada Virgen goza del privilegio de Coronación Canónica, desde el año 2014. Es una corona de estilo renacentista de láminas de plata de ley, compuesta de canasto y aureola, rematada con una cruz latina. Fue realizada en el taller Restaur Art de Puente Órbigo.

La Virgen de la Encina en la procesión del Domingo de Recurrección

La Virgen de la Encina en la procesión del Domingo de Recurrección

Madre e Hijo una vez quitado el velo de luto

Madre e Hijo una vez quitado el velo de luto

Por último, nos queda por mencionar la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Encina ‘Morenica’ (denominación procedente de una carnación morena), que al mediodía del Domingo de Pascua se verá libre de luto, entre un estruendo de bombas y campanas. Es la conocida procesión de Resurrección. De esta imagen poco podemos decir de ella que no se sepa: realizada en madera plateada de principios del siglo XVI, que representa a la Madre y el Niño, estilo gótico, 88 centímetros de altura. A diario y durante todo el año infinidad de bercianos y bercianas la suelen visitar y postrándose a sus pies. Se la reza, se la habla, se la pide favores, se la alaba…, y se la proclama como Patrona de Ponferrada y todo El Bierzo.

Grupo de mujeres vestidas con mantilla española

Grupo de mujeres vestidas con mantilla española

Un punto y aparte a tener en cuenta es el sector de mujeres que bajo el amparo de las Hermanas de Mantilla desfilan en algunas de las procesiones programadas por las diferentes cofradías o hermandades de la ciudad. Ellas deben tener en cuenta las observaciones o normas establecidas que se resumen en: a) mantilla española de color negro, ajustada con peineta clásica de concha oscura; b) vestido o traje de falda-chaqueta negro, de manga larga, liso, sin adornos ni transparencias y de cuello cerrado. Cuando las especiales circunstancias climatológicas así lo demanden, podrán procesionar portando sobre el vestido o traje, un abrigo de color negro. De largo adecuado, como mínimo por la rodilla, pero sin llegar a ser largo de noche; c) zapatos de color negro; d) medias negras totalmente lisas; e) guantes de vestir negros; f) rosario y farolillo de mano con vela blanca; g) medalla de la Hermandad; h) se prohíbe el uso de toda clase de alhajas, joyas y adornos, incluidos los florales, y demás complementos, permitiéndose únicamente pendientes de pequeño tamaño.

Rafa Casas es profesor jubilado del Colegio de la Asunción. Cofrade de la HJN, parroquia de Nuestra Señora de la Encina; y NPJN de ‘El Silencio’, parroquia de San Pedro