Hay veces en las que uno está en el sitio correcto en el momento adecuado. Luis Daniel Enríquez cargaba una mochila camino de las ‘Escombreras’, los campos de fútbol Ramón Martínez de Ponferrada. Y pasó junto al patio del Instituto Álvaro de Mendaña cuando entrenaba uno de sus equipos de baloncesto. “Fue un flechazo”, cuenta quien se pasó ese verano de transición de la EGB al BUP en esa pista durante el día y en la de El Plantío por la noche con la camiseta de Los Ángeles Lakers de Kareem Abdul-Jabbar y las Converse All Star. Hizo tantas horas que en octubre ya estaba preparado para cambiar el balón pequeño por el grande y hacerse un hueco en uno de los conjuntos del Álvaro. Por entonces, con apenas 14 años de edad, ya había dado el estirón y medía 1,80 metros pelados. No creció más. Y ya quería ser base; como Magic Johnson. Desde que dio el salto de la cancha al banquillo, siempre ha guardado una relación especial con los directores de juego de sus planteles.

Luis Daniel Enríquez, entrenando a un equipo femenino del Álvaro de Mendaña

Luis Daniel Enríquez, entrenando a un equipo femenino del Álvaro de Mendaña

Luis Daniel Enríquez se fue a León a estudiar Magisterio por Educación Física. Dejó dos asignaturas ‘hueso’ para el final. Se le empezaron a acumular los compromisos. Y terminó la carrera seis años después

Nacido en Ponferrada en enero de 1974, Luis Daniel Enríquez pasó por el Colegio de La Minero, San Ignacio y el Álvaro de Mendaña. Todos los caminos conducían al fútbol, incluso aquellos vericuetos que traspasaban la frontera norte hasta desembocar en un improvisado campo al que bautizaron como ‘El Cañonero’ por donde la actual Residencia de La Rosaleda. Militó en el Santa Marta, la Morenica y la Ponferradina. “Era un lateral izquierdo correcto, tácticamente bueno y expeditivo”, cuenta sobre aquellos años de los que se queda con el influjo recibido de Marcos Tyrone, entrenador y docente que aplicaba lecciones que iban más allá del rectángulo de juego. Asentado ya luego en el baloncesto, un día acompañó a un amigo al Colegio La Asunción, que buscaba entrenador para sus alumnos. Como 30 chavales iban a ser muchos para uno, acabaron fichándolo, el inicio del vínculo de quien hoy es director del centro. Otra vez estaba en el sitio correcto en el momento adecuado.

Su vocación estaba clara. “Tengo Movistar sólo por ver deportes”, cuenta quien entonces sopesaba estudiar INEF o Magisterio por Educación Física, la opción elegida finalmente hasta trasladarse a León. El destino parecía volver a sonreírle cuando Tony Iglesias, que ya entonces era segundo entrenador de Gustavo Aranzana en la edad de oro del Elosúa, le ofreció ocupar ese cargo en el equipo de Liga EBA. Su padre, para su disgusto, dijo que no. Y él se conformó con ser árbitro hasta explorar el juego desde otra perspectiva. Cuando tuvo que hacer las prácticas para acabar la carrera, llamó a las puertas de La Asunción. Había dejado las dos asignaturas ‘hueso’ de los estudios para el final cuando se le empezaron a acumular los compromisos. De la noche a la mañana se vio en el banquillo como segundo técnico del JT con José Manuel Vázquez. Pasaron seis años hasta que retomó los libros y acabó Magisterio.

Luis Daniel empezó a vivir en plena paradoja. Ahora defendía los colores de su tradicional rival cuando militaba en el Álvaro. Y el JT, referente en la comarca en años convulsos para la Ponferradina, lucía en la cancha y penaba los despachos. La gota que colmó el vaso de la paciencia de José Manuel Vázquez fue el día en que el equipo viajó a Torrelavega en microbús con los play-off de ascenso a Liga LEB a tiro de piedra en 1999. Vázquez dimitió y Enríquez tuvo que interpretar esas palabras a un incrédulo Harold Rasul en el vestuario. “Vi tanta fe en la plantilla que tiramos para adelante”, dice. Todo iba rodado en la eliminatoria final ante Aracena hasta que su entrenadora, Carme Lluveras, hizo notar que su colega no tenía carné y no podía levantarse a dar órdenes. Luis Daniel acabó dirigiendo un partido en silla de ruedas. Y el JT perdió el quinto en La Borreca. “Es un santuario del baloncesto. La química que había entre la grada y el equipo no la he vuelto a ver en ningún pabellón”, sentencia.

“Vi tanta fe en la plantilla que tiramos para adelante”, afirma sobre el momento en el que tomó las riendas del JT justo antes del play-off de ascenso a Liga LEB de 1999 con derrota final contra Aracena

Luis Daniel Enríquez, en sus tiempos en CIMA

Luis Daniel Enríquez, en sus tiempos en CIMA

Luis Daniel Enríquez, con el equipo del JT en Liga EBA

Luis Daniel Enríquez, con el equipo del JT en Liga EBA

Luis Daniel Enríquez, en el Colegio La Asunción

Luis Daniel Enríquez, en el Colegio La Asunción

Al entrenador le tocó llevar la nave deportiva de un “enfermo terminal” que bajó a Primera Nacional por no presentar a tiempo los avales para estar en EBA y ahondó su deuda mientras había jugadores que se alimentaban a base de Nocilla y galletas. “Competíamos 35 minutos, pero no ganábamos a nadie”, recuerda sobre la desaparición del club. Sin solución de continuidad, se implicó en crear el Ciudad de Ponferrada (CdP), impulsado por la figura emprendedora del dueño del Restaurante ByP, Francisco Cabo. “Decía que la gente tenía que ir a ver un espectáculo y que teníamos que parecernos a los americanos”, señala. Y Enríquez, que se había acostumbrado a estar en el sitio correcto en el momento adecuado, iba camino de una comida con amigos cuando se topó con una moto tirada en la carretera. Esta vez habría pagado por no estar allí. Cabo murió y CdP tardó en recuperarse. En 2019, el propio Luis Daniel rompió su maldición y llevó por fin a LEB Plata al club ya comandado por Óscar García.

Enríquez se implicó en la fundación del Ciudad de Ponferrada. Su primer presidente, el recordado Francisco Cabo, tenía clara la filosofía: “Decía que teníamos que parecernos a los americanos”

Luis Daniel Enríquez creció con referentes: los de la implicación de María José Rodríguez ‘Pepa’ en el Álvaro de Mendaña o de Vicente González en CIMA (Ciudad Mágica), donde pasó Nocheviejas, hizo programas de radio y aprendió lo básico de montaje de vídeos hasta grabar en una pista gallega una pelea que habría hecho palidecer a Meneghin, Slavnic y las tijeras de Grbovic en aquel Italia-Yugoslavia del Eurobasket de 1983. Tuvo aliados cuando estaba en el banquillo y Josines interpretaba cosas que iban más allá del juego en la cancha. Y ahora es director del Colegio La Asunción, donde aplica máximas aprendidas en el deporte como la que dicta: “Las cosas buenas se dicen en alto y las malas se dicen a solas”. Receloso de salir del Bierzo, cierra un círculo ahora que ejerce como entrenador ayudante de un antiguo pupilo en un prebenjamín de La Asunción, donde chocan las manos (como si fueran Kareem y Magic) sus dos pasiones: el baloncesto y la educación.

Luis Daniel Enríquez, con un equipo júnior del JT

Luis Daniel Enríquez, con un equipo júnior del JT

Luis Daniel Enríquez, con el primer título con el JT

Luis Daniel Enríquez, con el primer título con el JT

Luis Daniel Enríquez, en una foto de familia de entrenadores de la selección de Castilla y León

Luis Daniel Enríquez, en una foto de familia de entrenadores de la selección de Castilla y León

Luis Daniel Enríquez, con el JT Ferroser

Luis Daniel Enríquez, con el JT Ferroser

Luis Daniel Enríquez, con el equipo del Ciudad de Ponferrada que ascendió a Liga LEB

Luis Daniel Enríquez, con el equipo del Ciudad de Ponferrada que ascendió a Liga LEB

Luis Daniel Enríquez, entrenando junto a Pedro Enrique al Ciudad de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, entrenando junto a Pedro Enrique al Ciudad de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, celebrando el ascenso a LEB Plata con el Ciudad de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, celebrando el ascenso a LEB Plata con el Ciudad de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, en las celebraciones del 50 aniversario del Colegio La Asunción de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, en las celebraciones del 50 aniversario del Colegio La Asunción de Ponferrada

Luis Daniel Enríquez, como ayudante de un equipo benjamín del Colegio La Asunción de Ponferrada en la actualidad

Luis Daniel Enríquez, como ayudante de un equipo benjamín del Colegio La Asunción de Ponferrada en la actualidad

Luis Daniel Enríquez, en el Parque del Temple

Luis Daniel Enríquez, en el Parque del Temple