Creció con la gasolina y el ruido poniendo ambiente a sus cabriolas; ahora las piruetas se han adaptado a los tiempos. El joven piloto Adrián Fernández Gallardo se ha incorporado a la moto de trial eléctrica, una categoría de reciente implantación en España, hasta proclamarse el pasado mes de noviembre campeón nacional en Valderrobres (Teruel). El berciano se ha sumado a una modalidad en continua evolución, en la que irá acompasando su preparación a los cambios tecnológicos que marcarán el futuro de esta especialidad E-Trial.
Adrián Fernández Gallardo se recuerda subida a una minicross a los 7 años de edad. Tras comenzar con éxito la competición, la aparcó para centrarse en los estudios. Y ahora ha vuelto “con más ganas”
De familia motera, Adrián Fernández Gallardo se recuerda subido a una minicross a los 7 años de edad. Fue el primero en ir más allá de las salidas de los fines de semana por la zona entre Roldán y la Fuente del Azufre en Ponferrada para empezar midiendo un nivel que en el trial se divide por colores en función de la dificultad (blancos, verdes, azules y rojos en progresión ascendente). Su evolución, tras ganar ya en 2007 en el grupo de menor dificultad, le permitió ‘saltarse’ el azul para encadenar varias temporadas consecutivas como campeón de Castilla y León de la máxima categoría hasta el año 2012.
Los libros obligaron a aparcar durante dos años la moto, que siguió siendo la compañera de viaje de una “pasión” limitada ese período a las salidas en una comarca que ya para entonces había incorporado a los obstáculos naturales de una orografía privilegiada el circuito permanente de Pobladura de las Regueras (Igüeña). Volvió “con más ganas”, en ese momento sí haciendo escala en el azul que había evitado para medir de nuevo su nivel en 2015. Y subió hasta el rojo para ganar otros cuatro entorchados autonómicos consecutivos cuando la moto eléctrica se cruzó en su camino.
El berciano ya fue en 2018 subcampeón de España en Pobladura de las Regueras con una moto cedida por la firma Electric Motion. “La Federación impulsó ese movimiento eléctrico con la creación ese año de una categoría especial”, cuenta Fernández Gallardo, que reconoce diferencias entre las motos convencionales y las eléctricas sin por ello modificar la esencia: “Al fin y al cabo en el trial la moto es chasis, suspensiones y ruedas. Pero sí que tienes que cambiar la forma de pilotar y la respuesta. No tiene embrague, por lo que es diferente de conducir. La tracción del motor y el comportamiento sí cambia, así que tienes que adaptarte a ese cambio”.
“Al fin y al cabo en el trial la moto es chasis, suspensiones y ruedas. Pero sí que tienes que cambiar la forma de pilotar y la respuesta”, dice sobre la adaptación al trial eléctrico
El berciano se congratula de vivir un proceso con mucho margen de mejora: “La moto de gasolina lleva siendo veinte años básicamente igual. Pero la eléctrica ha evolucionado muchísimo en muy poco tiempo”
El caso es que la adaptación ha ido sobre ruedas. Y ya en esta temporada de 2019 fue segundo y primero en las dos pruebas de Pobladura de las Regueras en julio para dejar el campeonato a la espera de la última cita del calendario, el pasado 10 de noviembre en Valderrobres. Entre las dos competiciones, Adrián adquirió su propia moto para asaltar el nacional con mayores garantías en un duelo con el vencedor del pasado año, el castellonense David Oliver. Los dos llegaron muy igualados al final de la primera vuelta. “No era tanta la dificultad como saber aguantar la presión”, dice el berciano, ganador al sumar cuatro puntos por los cinco de penalización de su rival.
Más allá de la alegría por el campeonato, Adrián Fernández Gallardo se congratula de vivir en primera persona un proceso muy dinámico y con mucho margen de mejora. “A mí siempre me gustó la tecnología. La moto de gasolina lleva siendo veinte años básicamente igual. Pero la eléctrica ha evolucionado muchísimo en muy poco tiempo”, dice para remarcar que ahora apenas hay tres motos de su modelo en España. “La moto eléctrica ya es el presente”, zanja ahora que ha encontrado una “nueva motivación” tras encadenar victorias con la convencional.
El planteamiento para la temporada de 2020 es centrarse primero en el Campeonato de Castilla y León, que afrontará en la máxima categoría ya con moto eléctrica, con la que esperará al reglamento del Campeonato de España para encuadrarse en el nivel de dificultad más adecuado. El Campeonato del Mundo también incorporó en 2018 esta nueva categoría, que estará presente en la prueba de 2020 en Pobladura de las Regueras a principios del mes de septiembre. Descartada la opción de hacer un calendario que exige viajes por diferentes países y continentes, sí cabe la posibilidad de que Fernández Gallardo participe en casa en esa prueba. “Podría ser factible”, señala el berciano, que a sus 26 años de edad ya compatibiliza el trial con el trabajo y se ve todavía durante muchas temporadas subido a una moto que no ruge, pero que está llamada a sonar mucho en el futuro.