La Deportiva Ponferradina acaba de volver a hacer historia con su regreso a la Segunda División. Hace ahora 25 años era precisamente su historia la que estaba en juego. Los desmanes en la gestión económica habían puesto al club al borde del abismo de la desaparición. La salvación pasaba por superar un reto fácil de resumir en números (lograr 15 millones de pesetas en 15 días), pero difícil de asumir dadas las circunstancias de un camino lleno de obstáculos. Brindar con champán por el reciente éxito habría sido imposible sin ahogar hace un cuarto de siglo las deudas con vino, el icono de una campaña que acreditó que la importancia de esta entidad trasciende lo estrictamente deportivo en la comarca.

En la Avenida de España se colocaron 7.931 botellas cobradas por la Sociedad Cooperativa Vinos del Bierzo de Cacabelos a 125 pesetas para ser vendidas a 500
Las fechas, con muchos bercianos de veraneo a mediados de julio, tampoco eran las mejores para la campaña de recaudación. “Pero la gente sacó lo que tenía de la faltriquera”, dice Martín Pérez
La millonaria deuda de la Ponferradina se desglosaba en varios apartados, pero era la correspondiente a la plantilla la más perentoria de saldar para evitar descender de Tercera División a Segunda Regional, lo que habría condenado al club a la desaparición. La fecha límite para abonar 15 millones de pesetas era el 29 de julio de 1994. Y la Junta Gestora puso al frente de las operaciones al por entonces presidente del Club de Tenis de Ponferrada, el arquitecto Martín Pérez, un hombre ajeno al club. “Yo no había ido nunca a un partido. A mí me gustaba el baloncesto”, recuerda el que por entonces se definió como ‘voceiro’ (portavoz, en gallego) de la entidad. Su misión, admitió haciendo un paralelismo con su profesión, era salvar del derrumbe “un edificio en ruina”.
El contexto no ayudaba en absoluto. Pasados los fastos del 92, España vivía sumida en una notable crisis económica. El Bierzo tenía que lidiar con una circunstancia añadida, la de una de las más duras reconversiones mineras que hacía de la Nacional VI a su paso por Bembibre un recurrente campo de batalla entre trabajadores y antidisturbios. Tal era la conflictividad que el autobús del equipo trataba de burlar ese tránsito para recoger en sus desplazamientos a Manolín Segura, futbolista de Quintana de Fuseros (Igüeña) al que apodaban ‘el bosnio’ precisamente por aquel ‘escenario de guerra’. Las fechas, con muchos bercianos de veraneo a mediados de julio, tampoco eran las mejores. “Pero la gente sacó lo que tenía de la faltriquera”, dice Martín Pérez, reunido para este reportaje junto a otros dos miembros de aquella Junta Gestora, Juan Miranda y Juan Fra, al recordar a quienes inscribieron como socios a sus hijos recién nacidos para salvar al club de sus amores.
Toda campaña necesita un icono. La idea partió de Lisardo Rodríguez, quien sugirió poner una fila de botellas de vino a la venta a lo largo de la ciudad. Martín Pérez le dio forma para componer las letras del club en la céntrica Avenida de España, al lado del local que el empresario Carlos Romasanta había cedido a la Junta Gestora para su actividad a pie de calle. Se colocaron 7.931 botellas cobradas por la Sociedad Cooperativa Vinos del Bierzo de Cacabelos a 125 pesetas para ser vendidas a 500. El día en que se desató una tormenta la mujer de Juan Fra tuvo que ir corriendo a Villarejo a comprar unos plásticos y evitar que la lluvia dañara las etiquetas de las botellas.

Recorte de Diario de León del 30 de julio de 1994

Recorte de Bierzo 7 del 21 de julio de 1994

Recorte de La Crónica 16 de León de 27 de julio de 1994
El día en que se desató una tormenta la mujer de un directivo tuvo que ir corriendo a Villarejo a comprar unos plásticos y evitar que la lluvia dañara las etiquetas de las botellas de vino colocadas en la calle
Las etiquetas que se salvaron de la lluvia llevaban la publicidad ideada en tiempo récord por Imagen Press. De la repetición en renglones seguidos de las letras ‘LaDeportiva’ se componía al resaltar extractos en negrita la frase ‘porlaDeportivaporti’. ‘No dejes morir un siglo de historia’, completaba el lema en la versión publicitaria para los medios de comunicación, una apelación a la identificación “con un club que no sólo es de Ponferrada, sino que es querido en El Bierzo”, dice desde la distancia del ámbito deportivo el responsable de Imagen Press, Manuel Reguera, para quien aquella campaña fue pionera en escarbar en la vertiente emocional. Del ensamblaje de un club que trasciende los localismos y un deporte en el que prima lo pasional surgiría el eslogan que hoy emplearía Reguera (‘Cien corazones para un solo equipo’) sin obviar, aunque con matices por la preponderancia de medios tradicionales como la radio, que habría que volcar parte de los contenidos a las redes sociales.
Muy lejos de pensar en el marketing estaba en 1994 un club que ni siquiera había patentado su escudo, reclamo de una de las primeras acciones de merchandising en las bolsas de Patatas TAS a través de José Antonio Barrios. La implicación empresarial fue decisiva al sumar medio millón Luis del Olmo, comprar el Grupo Cenco las 6.000 botellas restantes por 3 millones de pesetas, el mismo importe que puso a última hora José Martínez Núñez, la aportación decisiva junto a los 4 millones liberados por el Ayuntamiento de Ponferrada. La Junta Gestora hace una excepción al referirse a las trabas de Endesa, que por entonces rivalizaba al contar con su propio equipo de fútbol en El Bierzo.
El entonces asesor deportivo Antonio Galarraga había mediado con los futbolistas para lograr con quitas reducir la cantidad a 15 millones de pesetas. La Gestora, que también tuvo que limar asperezas con la Subdelegación Comarcal de Fútbol, nunca pensó en soluciones como aligerar la carga de equipos inferiores, cuyos benjamines y juveniles pintaron hierros del Estadio de Fuentesnuevas, donde el césped había crecido hasta los 30 centímetros. Martínez Núñez, Manceñido y Pérez Canedo pusieron la arena que distribuyeron tirando de rastrillo miembros de la Junta Gestora junto al entrenador, Pepe Eulate (que aceptó el encargo de dirigir la nave en tiempos de poco lucimiento), y una plantilla de subsistencia basada en canteranos labrados gracias a la labor impagable de Marcos Tyrone al frente del equipo juvenil como David, David Ramos, Raúl, Raulín, Guillermo, Gonzalo, Pablo Ramón, José Antonio Soto y Fernando Ministro y ‘viejas glorias’ como Pepe Ramos, Berti, Miguel Folgueral, Manolín Segura y ‘Cachu’ Prieto con la inestimable colaboración como entrenador de porteros de Javi Delgado. El edificio en ruina de entonces se apuntaló y creció hasta volver ahora a la Segunda División, justo 25 años después de haber salvado los muebles con una campaña de recaudación en tiempo récord que quedará en el recuerdo.
Muy lejos de pensar en el marketing estaba en 1994 un club que ni siquiera había patentado su escudo, reclamo de una de las primeras acciones de merchandising en las bolsas de Patatas TAS

Martín Pérez, flanqueado por Juan Fra (izquierda) y Juan Miranda, reunidos para este reportaje 25 años después junto al local utilizado de sede social (hoy oficina de Bankia) durante la campaña en la Avenida de España de Ponferrada. Completaban la Junta Gestora de entonces Matías Fernández, Pedro Gómez, Domiciano Ramos, Carmen Alonso, María Luisa Rodríguez, Lisardo Rodríguez y Jesús Valcarce. Sus dirigentes resaltan también la colaboración desde fuera de Antonio Franco y Manuel Fernández y Carlos Romasanta

Campaña publicitaria ideada por Imagen Press para los medios de comunicación locales. Hoy su responsable, Manuel Reguera, utilizaría el lema ‘Cien corazones para un solo equipo’

Las botellas de vino quedaron como icono de una campaña que sirvió, de paso, para contrarrestar la polémica surgida meses antes por otra medida destinada a recaudar fondos: la actuación de los Sexy Boys en la Discoteca Temple

“Muchísima gente se implicó, pero también los había que nos decían que tiráramos la toalla”, dice Juan Fra, mientras Juan Miranda resalta la recomposición del equipo gracias a la incorporación de futbolistas del juvenil, de entre los que no pudo llegar al primer equipo Campillo, fallecido en un accidente de tráfico