Sándwich de galletas con mantequilla envueltos en papel de aluminio y paseos hasta la bocamina del pozo Mariángela en Santa Marina de Torre. Vanessa Silván, periodista licenciada en Comunicación Audiovisual y Antropología Social y Cultural, creció como se crecía antes, entre su casa y la de los vecinos, cuando la calle era un inmenso campo de juegos. Mamó la mina desde la cuna, en medio de amigos que habían perdido a un padre, a un hermano o a un hijo en el tajo. Por eso sabe bien que la mina te lo da y te lo quita todo. Disciplinada y metódica, su pluma, una de las mejores y más solventes de la comarca, no olvida sus raíces. Dos momentos han marcado su carrera. “El cierre del último pozo en Santa Cruz es la noticia que nunca me hubiese gustado escribir”, dice. “También estar presente en el momento en el que la ARMH localizó los cuerpos de Vicenta López y su hijo Jesús Camuñas en el cementerio de Villafranca del Bierzo. Fue algo que no puedo describir con palabras. toda esa gente que se niega a buscar y exhumar a las víctimas del franquismo debería vivir esa experiencia, entendería muchas cosas”. Quedamos donde siempre, en el Gundín. Allí espera a las ocho en punto con una botella de Cobrana en la mesa de la terraza, que con permiso de Miguel ya es casi nuestra, para charlar de la profesión, del Bierzo y de su proyecto más reciente para poner en valor los vinos de la zona, ‘The Queen Mencía’.

Silván, con otros compañeros cubriendo el encierro en el pozo Santa Cruz, en 2012

Tenía once años cuando decidió que quería estudiar periodismo en la Complutense. “Fue gracias a Manuel Merayo, mi profesor de historia en sexto”, aclara. “Él nos hacía seguir la actualidad, en aquel momento la guerra de los Balcanes y la primera guerra del Golfo”. Así nació una vocación que, pese a todo, permanece intacta. “Nunca me he desanimado como para no querer seguir pero sí me he sentido frustrada. Gabo decía que era la profesión más bonita del mundo y yo creo que lo es, te permite conocer a muchas personas, muchas historias y emocionarte a diario”. En 1998 y con las ideas claras hizo las maletas y se trasladó a Madrid. Allí combinó los estudios con diferentes empleos. “Hice un montón de cosas, trabajé en la Feria del Libro, de teleoperadora en Amena y en una imprenta, también hice prácticas en TVE y estuve de técnico de sonido en Intereconomía”, cuenta.

“El primer día que bajé a la mina durante el encierro en el pozo de Santa Cruz fue tal vez el día más especial, recordaba ver por la tele el del 94 siendo una niña, fue emocionante”

En 2005 dejó atrás su amada filmoteca, el rastro y el vermut de grifo para mudarse a León. Ya en la provincia encadena León 7 días, Punto Radio y las corresponsalías de Europa Press y el Norte de Castilla. Llevaba solo dos semanas en la radio cuando Rajoy visitó la ciudad. “Lo recuerdo porque tuve que entrar en directo y no estaba previsto, aunque fue tan rápido que no me dio tiempo ni a ponerme nerviosa”. Un año más tarde regresó al Bierzo para trabajar en El Diario de León. Desde entonces, ha pasado por casi todos los medios locales. ¿El mejor momento en estos años? “El primer día que bajé a la mina durante el encierro en el pozo de Santa Cruz fue tal vez el día más especial, recordaba ver por la tele el del 94 siendo una niña, fue emocionante”. También rememora con cariño la cobertura del Mundial de Ciclismo en Ponferrada “no por el tema”, asegura, “sino porque fueron dos semanas muy intensas en las que prácticamente viví en el pabellón del Toralín (donde estaba el centro de prensa) conviviendo con periodistas y voluntarios de todos los puntos del planeta”.

Con el fotógrafo Wei Yuet, de Singapur, durante el Mundial de Ciclismo de 2014.

Fue el cierre del Día de León el que impulsó una idea que ya rondaba su cabeza. Una noche en vela para dar forma a un proyecto que nació hace un año bajo el nombre ‘The Queen Mencía’, “porque la mencía es la reina de las variedades en El Bierzo”. Una página que llegó para cubrir un hueco, un espacio propio en el que no solo se describen los vinos, también la parte social que rodea la experiencia de saborear un buen caldo. “Ahora se valoran más los vinos del Bierzo fuera, pero aquí también hacemos bastante patria. Garnacha o tempranillo hay en muchos sitios pero mencía no, solo en aquí, en Galicia y un poco en Portugal”, explica. “El minufundio berciano que puede ser un problema para tener una gran producción también te permite crear unos vinos más personales, El Bierzo tiene una cultura familiar del vino, cuidan las viñas porque es algo que ha estado en su familia siempre y eso es muy valioso”.

Silván es pasión, por su trabajo, por su familia, por sus amigos y por su tierra. “Me siento orgullosa de conservar a mis amigos de la infancia, los que me han acompañado toda la vida”. No por eso cierra la puerta a nada nuevo, amistades y proyectos que la encontrarán cualquier día de la semana con un vino en la mano y una sonrisa.

Su primera foto, con mamá.

Durante una gran nevada, en Santa Marina de Torre

En León, haciendo una espera en la Delegación de la Junta en León, con compañeros de otros medios, para la agencia Europa Press

En la boda de una amiga, con todas las amigas desde la infancia y el instituto.

Con su perro Lucky

En el plató de informativos de La 8 Bierzo

Con el fotógrafo César Sánchez, “con quien he compartido los mejores reportajes y experiencias en la agencia ICAL y El Día de León”.

Con los fotógrafos Carlos Campillo y César Sánchez, en la celebración del 25 aniversario de la agencia ICAL.

En la romería de Bárcena, con Ana F. Barredo (Diario de León), Elisabet Alba (El Bierzo Digital) y Álex Estébanez (El Bierzo Digital)

Con Nuria Rodríguez, de Radio Bierzo, durante un pleno en el Ayuntamiento de Ponferrada.

Con sus padres, Adela y Avelino

En la terraza del Gundín con su amigo, el enólogo Ricardo Pérez Palacios, Titín.