“Las Saras somos fuertes”, dice en cuanto nos presentamos, y entre tocayas comienza bien la entrevista. Sara Lamelas Viloria de Silva nos recibe en su casa, en la sexta planta del Hotel AC de Ponferrada. De punta en blanco, elegante, sonriente y algo nerviosa, nos hace pasar con un “a ver en qué puedo ayudaros”. Más que ayudar se trata de contar la vida, le explicamos, porque todas son interesantes y aunque ella sostenga que la suya no, disentimos. Testigo de una Ponferrada que ya no existe, capital bulliciosa, sucia, con el aire impregnado de carbón y el alma alborotada, de un Bierzo rural que se diluye. Sarita, como muchos la conocen, es Lamelas y es Viloria, dos apellidos de sobra conocidos en una comarca que creció con la minería. Ella, nieta, sobrina y hermana de empresarios mineros, fue durante más de 15 años presidenta de Asprona Bierzo, la primera de hecho. También dueña y regente, junto a su marido, del Hotel Conde Silva, uno de los primeros de la ciudad, “cuando abrimos solo existía el Madrid, el Lisboa y La Madrileña”. “Llevo 64 años en Ponferrada”, explica, y eso da para mucho.

Sara Lamelas Viloria
Nació en Torre del Bierzo porque, aunque sus padres vivían fuera, quisieron que Sara llegara al mundo en la comarca. “Hoy en esa casa, mi casa natal, se está haciendo un Museo Minero”, cuenta. Creció y estudió en León. “Yo ya vine a vivir aquí con mi marido, que era de Pontevedra”. Lo que tarda en revelar es que a él lo conoció en unas fiestas de La Encina, por esas coincidencias que a veces tiene la vida. Ya casados, pasaron por la Avenida de Valdés y se instalaron en la Avenida la Puebla, entonces José Antonio Primo de Rivera, “al ladito del Hotel Madrid”, donde vivieron durante 15 años. “Entonces esto era la Ciudad del Dólar, empezaba la térmica, había un progreso maravilloso que hizo que Ponferrada fuera lo que es”. “Había muy poca gente de Ponferrada, casi todo el mundo venía de fuera, de hecho, muchas mujeres de mi época se casaron con chicos de otros lugares que vinieron a trabajar aquí”, dice.
“Ahora tiene que haber un cambio en El Bierzo y tenemos que volver a resurgir, este es un pueblo rico en muchas cosas”
Juntos, ella y su marido, se lanzaron al mundo de la hostelería abriendo el Hotel Conde Silva hace más de 40 años. “Entonces no había universidad, pero teníamos al lado la residencia. Vivíamos de los médicos, las enfermeras, los viajantes y la gente de las empresas, pero hubo un cambio muy grande cuando cambiaron la residencia, se notada la falta de actividad en la zona”. Poco más tarde, el matrimonio alquiló el hotel a la cadena AC “y hasta ahora”, dice.
¿Y cómo surgió lo de Asprona? “Nos llamaron a León, a mí y a otras mujeres y empezamos a caminar, pero siempre de la mano de León”. Pero las cosas no tardaron en cambiar. El primer año hicieron una cuestación en Ponferrada para recaudar fondos y consiguieron medio millón de pesetas. Al albor de ese éxito solicitaron cierta independencia y empezaron a organizar los primeros talleres ocupacionales y se inauguraron las instalaciones en el pantano de Bárcena. Sara Lamelas fue la primera presidenta de la asociación en la comarca y lo fue durante 15 años, hasta que se cambiaron los estatutos y se estableció que los presidentes debían ser familiares directos de los afectados.

Sara Lamelas Viloria en la inauguración de las instalaciones de Asprona Bierzo en el pantano de Bárcena
“Los primeros años fueron duros. A los padres les costaba dejar a sus hijos, incluso aceptarlo”, recuerda emocionada. “Esto siempre fue una labor de equipo, las decisiones siempre se tomaban en equipo y siempre trabajamos junto a organismos públicos”. En equipo y altruista, por supuesto. “El haber ayudado es lo más grande que puedes tener, lo más reconfortante es haber trabajado con esa ilusión, haber podido colaborar”.
No nos queremos ir sin preguntarle cómo ve Ponferrada 64 años después de su llegada. “Triste”, dice, pero no se resigna, “la gente que vino entonces fue muy positiva para El Bierzo. Ahora tiene que haber un cambio y tenemos que volver a resurgir, este es un pueblo rico en muchas cosas”. Ya terminamos, “¿pero os vais a ir así, sin tomar una cerveza o un vino?”, para la próxima, seguro.

Recorte de una entrevista como presidenta de honor de Asprona Bierzo en el semanario Bierzo 7

Sara Lamelas Viloria y su marido Ceferino Silva

Sara Lamelas Viloria y su marido Ceferino Silva

Sara Lamelas Viloria

Sara Lamelas Viloria, su marido Ceferino Silva y sus cuatro hijos

Sara Lamelas Viloria en su casa en la sexta planta del Hotel AC de Ponferrada