Se dice que los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo. Pese a llegar en circunstancias especialmente comprometidas, a Luis Pereira no le hizo falta. España se desangraba en la Guerra Civil cuando él se asomó a la vida en Vega de Valcarce, pero la tienda de ultramarinos de sus padres le permitió sortear las precariedades de la época. “Yo nací con coche en casa”, sentencia para recordarse al volante con apenas 12 años recorriendo marcha atrás un kilómetro por un monte de robles en Paradaseca. Alrededor de tres millones de kilómetros sin accidentes ni multas después, pone el retrovisor para hacer repaso de su vida en una terraza de la Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada, donde durante años fue el conductor de la Alcaldía.

Luis Pereira, en la actualidad, a las puertas del Ayuntamiento de Ponferrada

Su destreza al volante sirvió para salir de algún apuro con la nieve en la mili en Jaca

Condujo durante algún tiempo el autobús de la Ponferradina con Rosymar. “Yo lo pasé muy bien. Y ellos me querían mucho”, cuenta
Los primeros recuerdos de Luis Pereira, nacido en noviembre de 1937 en Vega de Valcarce, ya huelen a gasolina y motor. Su padre, José Pereira (conocido como ‘Villasinde’ por su origen) tenía carné desde el año 1924 y el único camión de la zona en la época. Su hijo ya hacía ‘prácticas’ a la misma edad en la que hoy los niños juegan con el móvil: “Tendría yo diez años. Mi padre tuvo que marchar a Ponferrada y dejó el coche metido en el garaje cargado de sacos de cemento. Yo lo cogí para descargar, mi madre se enteró y se lo dijo a mi padre. Él miró el coche y, como vio que no tenía nada, dijo: eso es lo que me gusta a mí, que sean decididos”.
Luis vivió entre Vega de Valcarce y Villafranca del Bierzo hasta la mili en la Escuela Militar de Montaña de Jaca, donde sólo ocho de 800 reclutas tenían carné de conducir. Él había sacado el de segunda en Ponferrada: “Me puse a dar marcha atrás hasta que me mandaron parar. No sabía si me habían suspendido hasta que me dicen: baja, que ya vemos que andas muy suelto, eso no lo hacemos nosotros”. Su destreza sirvió luego para salir de algún apuro como el de aquel día en que la tropa había quedado retenida en Candanchú por la nieve hasta que se ofreció a ir con tres soldados, cadenas y palas para poder pasar con un todoterreno cargado de víveres. Así se ganó otro permiso. “Pasé la mitad de la mili en casa”, recuerda.
A la vuelta del servicio militar se sacó el carné de primera y marchó para A Coruña de camionero para repartir pescado a Madrid, Barcelona, Bilbao y otros puntos de España durante un par de años en la empresa de un primo. El cuentakilómetros empezó ahí a sumar ceros a la derecha. Y siguió tirando millas con Rosymar, compañía con la que también transportaba a la Deportiva Ponferradina en un autobús cinco estrellas para la época con televisor incluido, escudo en la carrocería y un apaño de su propia cosecha para habilitar entre los asientos una mesa para jugar a las cartas. “Yo lo pasé muy bien. Y ellos me querían mucho”, cuenta al hablar de aquellas expediciones con nombres tan célebres como el del recordado Milocho en un club presidido entonces por el también añorado Feliciano González Argárate.
Fue durante un tiempo conductor de la Ponferradina en un autobús cinco estrellas para la época con televisor , escudo y un apaño de su propia cosecha para habilitar una mesa para jugar a las cartas

Visitando con Celso López Gavela unas obras en las inmediaciones de la Sindical

Luis Pereira fue conductor de la Alcaldía de Ponferrada con Luis García Ojeda, Juan Fernández Buelta, José Morán, Celso López Gavela e Ismael Álvarez
“Conmigo los alcaldes tenían mucha confianza. Y yo iba a los mismos restaurantes y hoteles que ellos”, destaca Luis Pereira, que se ganó a pulso una imagen de independencia como conductor de la Alcaldía
Fue conductor de un Land Rover en una mina de plata y plomo en Sotelo y responsable de obras de una empresa familiar. “Pero tenía que reñir a los obreros y no me gustaba”, reconoce. A continuación llegó al Ayuntamiento de Ponferrada, con una primera escala de apenas unas semanas como conductor en el cuerpo de Bomberos en la parte alta. De ahí pasó ya directamente a ser chófer de la Alcaldía desde el mandato de Luis García Ojeda, que aportaba su propio coche, un Seat 1400 C, en tiempos en los que León era el destino preferente. Se ganó la oposición con Juan Fernández Buelta, con el que vivió en primera persona el turbulento proceso de aprobación del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de 1977. Hizo su propia Transición con José Morán y Celso López Gavela, el primer alcalde de la actual etapa democrática, con el que aumentó el radio de acción de los viajes para frecuentar más otros destinos como Valladolid o Madrid.
“Conmigo los alcaldes tenían mucha confianza. Y yo iba a los mismos restaurantes y hoteles que ellos”, destaca Luis Pereira, que se ganó a pulso una imagen de independencia y neutralidad en esta labor institucional (hacía las funciones de secretario de la Alcaldía durante las vacaciones de la titular) que incluía dosis de protocolo con los colegas de otras administraciones, con los que se recuerda comiendo en el acto en el que el Parque del Temple pasó a propiedad municipal en una mesa a la que se sumó el alcalde de León, Juan Morano Masa, para sorpresa general. Por sus manos pasaron también un Seat 132, un Ford Granada y un Volvo C70 hasta vivir la alternancia política con la llegada al cargo de alcalde de Ismael Álvarez.
Luis Pereira volvió a los orígenes para desempeñar sus últimos años como funcionario municipal como conductor de los Bomberos en Fuentesnuevas, donde se multiplicaron las asistencias a accidentes de tráfico hasta jubilarse en el año 2002. Calcula haber cubierto alrededor de tres millones de kilómetros sin haber sufrido nunca ni un accidente ni una multa de tráfico. Con esa experiencia a sus espaldas, no duda en hacer un juicio crítico de la actualidad. “Hoy hay gente que conduce muy mal, sobre todo la juventud”, responde ahora que renueva todos los carnés menos el de categoría especial y pasa los días a mitad de camino entre Ponferrada y Corullón, el pueblo de su mujer, tras muchos años de vida en la carretera.
Volvió a los orígenes para desempeñar sus últimos años como conductor de los Bomberos ya en Fuentesnuevas, donde su multiplicaron las asistencias a accidentes de tráfico hasta jubilarse en el año 2002

Permisos de conducir y carnés profesionales de Luis Pereira

Permisos de conducir y carnés profesionales de Luis Pereira

Permisos de conducir y carnés profesionales de Luis Pereira

Permisos de conducir y carnés profesionales de Luis Pereira

Permisos de conducir y carnés profesionales de Luis Pereira

Luis Pereira calcula que ha cubierto en su vida alrededor de tres millones de kilómetros

Luis Pereira se jubiló como conductor en el cuerpo de Bomberos de Ponferrada

“Hoy hay gente que conduce muy mal, sobre todo la juventud”, dice tras toda una vida en la carretera

También acompañó a Celso López Gavela en otro ‘viaje’, dirigiendo la sillas de ruedas en la que el histórico alcalde hizo una de sus últimas apariciones públicas para asistir a la nominación del puente sobre el Sil junto al Parque de la Concordia

Luis Pereira, en la actualidad, a las puertas del Ayuntamiento de Ponferrada

Luis Pereira, en la actualidad, a las puertas del Ayuntamiento de Ponferrada