Lo normal habría sido que Pedro Blanco no hubiera estado allí. Y lo normal habría sido que allí no hubiera ocurrido nada excepcional. “Las manifestaciones mineras eran continuas”, recuerda retrotrayéndose al día de abril de 1980 en que se vio sustituyendo al fotógrafo de Diario de León y captando una imagen que dio la vuelta a España y más allá. La Plaza del Ayuntamiento de Ponferrada todavía era del Generalísimo cuando uno de los mineros que pedían la libertad para seis compañeros detenidos amenazó con prenderse fuego y cumplió su palabra. Y Blanco, que ya por entonces hacía las fotos de los partidos de fútbol, tuvo la suficiente sangre fría para retratar el momento. La Agencia EFE compró por una buena suma de dinero de la época la instantánea de Joaquín Antonio Suárez ‘el Asturiano’, que se quemó a lo bonzo y moriría días después.

Pedro Blanco, de chaval en el control de Radio Juventud de Ponferrada
Pedro Blanco nació en la calle La Calzada de Ponferrada y se crio en el casco antiguo. “Pasar el puente Cubelos era como ir a otro mundo”, dice. ¿Había piques con el barrio de La Puebla? “Había rivalidad”, reconoce
Pedro Blanco se había criado precisamente en ese mismo entorno de la capital del Bierzo. Nació en la calle La Calzada y creció entre la Plaza de la Encina y la Plaza del Ayuntamiento. Su padre, originario de San Lorenzo, trabajaba en la Minero Siderúrgica de Ponferrada, y su madre era ama de casa. El casco antiguo puso el escenario vital a su infancia tanto de estudios (“en la escuela de don Saturnino Cachón”) como de juegos (al fútbol en Santa Marta, junto al campo de la Ponferradina) como de ocio (al cine al Bergidum). “Pasar el puente Cubelos era como ir a otro mundo”, dice. ¿Había piques con el barrio de La Puebla? “Había rivalidad”, reconoce.
El caso es que, con apenas 12 años de edad, le tocó traspasar esa frontera. Su madre había mediado con el director de la emisora Radio Juventud, Ernesto Fernández Vázquez. Y Pedro Blanco se vio convertido en lo que en la jerga radiofónica de la época se denominaba ‘el flecha’; algo así como el guaje en la mina. Había que hacer de todo, incluso transportar el magnetofón que Luis del Olmo y Vallalfons llevaban al fútbol (“no veas lo que pesaba”) o coger a la carrera los folios que el profesor Felipe Herce escribía a máquina para ser leídos en la sección ‘El ventanal de la ciudad’. Con el tiempo fue asumiendo labores técnicas, donde conoció a la que sería su mujer, y apenas se recuerda en alguna programación infantil frente al micrófono, su compañero de viaje unos años después.
Así pasó su vida entre los 12 y los 18 años. En una emisora plagada de colaboradores, él cobraba 2.000 pesetas y estudiaba de tarde o de noche con paso incluido por la Sindical hasta que quiso cumplir su vocación y se enroló en la Marina entre 1963 y 1966 con destinos en Cádiz, Ferrol y Sóller (Islas Baleares). “Terminé desencantado porque no había posibilidad de promocionar”, cuenta para explicar cómo aterrizó en Barcelona, primero como electricista para montar la central térmica del Besós y luego empleado en una empresa que llevaba el control de los semáforos de las principales ciudades de España. Fue hasta que en 1972 le surgió la oportunidad de regresar al periodismo y al Bierzo y dejar de escribir “cartas diarias” a aquella chica que había conocido en el control de la radio, Celina Correa, para casarse con ella. Era 1972. Han pasado cincuenta años.
Comenzó a los 12 años en Radio Juventud de Ponferrada siendo ‘el flecha’, algo así como el guaje que transportaba el magnetofón que Luis del Olmo y Vallalfons llevaban al fútbol o los folios que escribía Felipe Herce

Pedro Blanco, en la cafetería del Temple, con las premiadas en el concurso de Reina de las Fiestas de Ponferrada

Pedro Blanco (primero por la derecha), recogiendo declaraciones del boxeador Roberto Castañón en el pabellón del JT en Ponferrada

Pedro Blanco, con el micrófono de Cope, en una de las puestas de largo de la DO Bierzo en Madrid
Regresó a Ponferrada en 1972 para ser delegado del Bierzo de Diario de León. “Ignacio Linares llevaba la parte social y yo la deportiva”, cuenta. Un día de 1980 le tocó hacer la foto de un minero quemado a lo bonzo
Pedro Blanco se convirtió en delegado del Bierzo de Diario de León. “Me había quedado el gusanillo de la comunicación. Me gustaba mucho leer”, anticipa. Tras pasar por una “oficina siniestra” en la que se mezclaban los olores de la consulta de un dentista en la Avenida de España, la delegación se asentó en el Paseo de San Antonio, donde se dividía las labores con el recordado Ignacio Linares. “Él llevaba la parte social y yo la deportiva”, expone al recordarse impulsando una sección de fútbol base desde la que se proyectaban carreras deportivas que luego llegarían tan alto como las de Manolo Peña o Pepe Eulate. Al margen del deporte, también tocó la actualidad política municipal (“los posplenos eran en el bar El Turco”) hasta aquel día en que captó una imagen que se hizo lo que hoy se llamaría viral.
Diario de León planteó en 1986 una reestructuración, se cargó la delegación del Bierzo y le ofreció irse a la capital de la provincia. Con la vida hecha en Ponferrada, Blanco dijo que no. Y en noviembre de 1987 fundó Onda Bierzo con Ignacio Linares. Además de la administración, se puso al frente de los deportes. Apenas tuvo que cambiar la máquina de escribir por el micrófono viajando con la Ponferradina. Las crónicas para el periódico las escribía primero en la Olivetti en el autobús del equipo (y se mandaban al regreso a Ponferrada en el coche de línea hasta León) y luego ya las dictaba por teléfono. “La radio me costó más. El micrófono impone”, admite. Eran otros tiempos para las comunicaciones (cruzando los dedos para tener línea telefónica y luego llevando aquellos primeros móviles de tamaño familiar) y las comodidades: “Me tocó retransmitir partidos en la grada con el público rival encima. Alguno de Ponferrada que viajaba se acercaba para protegerme…”.
Pese a otras experiencias esporádicas como retransmitir partidos de baloncesto del JT (“Cruz Vega nos asesoraba”), el Rally del Bierzo y la Subida a Riego o la Milla de la Encina, la Ponferradina siempre fue la reina. “Yo decía lo que veía y los jugadores lo admitían. Había algún que otro roce, pero ahora me llevo bien con todos”, dice quien también fue corresponsal de Marca, Ya, La Región y El Mundo hasta cerrar sus colaboraciones en Bierzodiario repartiendo juego con ‘Palestra’, en recuerdo a la sección del mismo nombre que hacía Ernesto Fernández Vázquez en Radio Juventud. “No sé qué le pasa a la prensa ahora, que no pregunta nada”, se pregunta (valga la redundancia) quien a mediados de los noventa se apartó del micro y se jubiló de la administración de Onda Bierzo en 2008, justo en la antesala de una crisis económica parece que continua para la tierra que ha marcado su biografía personal y profesional.
Blanco, que ya en Diario de León escribía las crónicas de la Ponferradina en el autobús del equipo, fundó en 1987 con Ignacio Linares Onda Bierzo. “No sé qué le pasa ahora a la prensa, que no pregunta nada”, cuestiona

Pedro Blanco, de chaval en Radio Juventud de Ponferrada

Pedro Blanco, en la Marina

Pedro Blanco, en la Marina

Pedro Blanco, en una empresa de control semafórico en Barcelona

Pedro Blanco (segundo por la derecha), con accionistas y directivos de Diario de León

Pedro Blanco (segundo por la derecha), en Molinaseca con directivos y accionistas de Diario de León de la época

Pedro Blanco (a la derecha en primer término), junto a autoridades como el entonces alcalde de Ponferrada, Celso López Gavela (segundo por la izquierda con gafas oscuras)

Pedro Blanco (segundo por la derecha), con accionistas y directivos de Diario de León

Pedro Blanco (derecha), con los policías municipales Anselmo de la Mata e Himerio Rodríguez

Portada de Diario de León de abril de 1980 con la foto de Pedro Blanco del minero quemado a lo bonzo en Ponferrada

Pedro Blanco (segundo por la derecha), con (de izquierda a derecha) Vicente Miera, Alfonso Martínez de León ‘Vallalfons’ y Nino Cubelos, en un enfrentamiento copero entre la Ponferradina y el Sporting de Gijón

Pedro Blanco (izquierda), con Paco Varela (segundo por la izquierda) y Porfirio Fernández (primero por la derecha), en el Estadio de Fuentesnuevas

Pedro Blanco (primero por la izquierda), en la presentación del entrenador de la Ponferradina Raúl González por parte del presidente de entonces, Delfrido Pérez Vales, en el Estadio de Fuentesnuevas

Pedro Blanco, de espaldas entrevistando a José Luis González tras una Milla de la Encina en Ponferrada

Pedro Blanco (derecha), en el Estadio El Toralín junto a Luis Aragonés y Carlos Cascallana

Pedro Blanco, durante la entrevista en Ponferrada