El balón era una botella de lejía y Alfredo Manuel Pérez ‘Fredy’, el centrocampista inglés Bobby Charlton. Las aceras del barrio de Flores del Sil se convertían en el Estadio de Wembley cuando una pachanga en la calle se tomaba como la final de un Mundial. El fútbol ha sido protagonista antes, durante y después de una carrera profesional de más de tres décadas como bombero en Ponferrada que se cerró hace ahora un año tras “dos visitas”, las de un cáncer y un infarto, que fueron reduciendo la actividad profesional a pie de calle, pero no limitaron una vocación participativa que se mantiene vigente en varios frentes.

Quinto por la izquierda en la fila de arriba, defendiendo los colores del Flores del Sil

Tercero por la derecha en la fila de arriba, con la camiseta del Cubillos del Sil

Nacido en Caracas, Fredy se crio en Flores del Sil y Cuatrovientos. A los 16 años aterrizó en la halterofilia de la mano del recordado José Luis Sáez. “Me vino muy bien físicamente”, cuenta

Hijo de la emigración, nació en Caracas (Venezuela) en 1958. Apenas le quedan “vagas imágenes” de aquella estancia y del viaje en barco con apenas 6 años de edad durante 13 días hasta el Puerto de Vigo. De padres bercianos, Fredy fue niño de barrio: de Flores del Sil hasta los 11 y de Cuatrovientos hasta los 18, si bien por el medio cursó estudios en Valladolid y Vega de Espinareda. Tras dar las primeras patadas al balón y jugar en el Endesa de baloncesto, a los 16 años aterrizó en la halterofilia de la mano del recordado José Luis Sáez. “Me vino muy bien físicamente”, cuenta sobre aquella experiencia en la “segunda fila” de la primera edad de oro de esta disciplina en El Bierzo, cuna ya entonces de campeones de España.

Había empezado a los 15 a estudiar en la Sindical, de donde salió con un título en Electrónica Industrial que le permitió acceder al mercado laboral con trabajos puntuales. Un contrato de verano en el servicio eléctrico le hizo tomar contacto con el Ayuntamiento de Ponferrada a principios de la década de los ochenta, en pleno proceso de funcionarización de personal. Tras dos oposiciones fallidas, cumplió el refrán y a la tercera fue la vencida. Y en 1985 se incorporó al cuerpo de Bomberos en un momento de transformaciones. “Fuimos los protagonistas del cambio del servicio”, cuenta al referirse a la creación de oposiciones específicas para el cuerpo desde 1983, la vocación autodidacta de la plantilla o la especialización en nuevas funciones como la cobertura de accidentes de tráfico.

Los Bomberos de Ponferrada ocupaban por entonces un destino ‘provisional’ en una nave de Fuentesnuevas y prestaban un servicio para el que ya el alcalde de entonces, Celso López Gavela, reclamaba la colaboración de los ayuntamientos de la comarca. La ‘provisionalidad’ se extendió hasta el estreno de un parque con nombre propio en 2009. Y el Ayuntamiento de Ponferrada sigue siendo el sostén de un servicio que es, de hecho, de carácter comarcal. “Sería importante descentralizarlo con parques satélites, aunque con Ponferrada como cabecera. Las emergencias deben estar en manos de profesionales y funcionarios; no se entiende que se puedan lucrar empresas. Sé que es un servicio costoso, pero es necesario”, opina.

En 1985 se incorporó al cuerpo de Bomberos de Ponferrada en un momento de transformaciones. “Fuimos los protagonistas del cambio del servicio”, dice sobre la especialización en nuevas funciones

Entrenando halterofilia en la zona de El Bosque, en Ponferrada

En una competición de halterofilia en la Sindical

Fredy vivió en “segunda fila” la primera edad de oro de la halterofilia en El Bierzo

“Me vino muy bien físicamente”, dice sobre aquellos años de entrenamiento con José Luis Sáez

Imagen de una celebración en el patio de la Sindical

Jugó al fútbol hasta que se incorporó al arbitraje para llegar a a ser colegiado en Tercera División y juez de línea en Segunda B: “Hay que ser valiente a la hora de tomar decisiones”

Sí tuvieron eco las reivindicaciones del personal en prestaciones laborales como el adelanto de la jubilación por la aplicación de un coeficiente reductor a los 60 años de edad, a la que se acogió para jubilarse el pasado año. Los bomberos de Ponferrada también tienen por norma derivar a otras funciones a los agentes a partir de los 55 años de edad, en su caso incluso antes por motivo de enfermedad para pasar a prestar servicios más de puertas para adentro como las visitas de los colegios. “El servicio aquí está muy bien valorado por parte de la ciudadanía. Siempre somos bien recibidos”, cuenta.

El fútbol no había quedado ni mucho menos al margen. Jugó como central en el Flores del Sil y el Cubillos en categoría provincial y en el Sparta Villafranquino en regional. Hasta que, de la mano de su compañero en el cuerpo Jesús Marqués, se incorporó al arbitraje para llegar a ser colegiado en Tercera División y juez de línea en Segunda B. ¿Qué se aprende cuando está uno en el ojo del huracán? “Hay que ser valiente a la hora de tomar decisiones”, responde con el orgullo de tener la “conciencia tranquila” y haber dejado “más amigos que enemigos” sin obviar momentos amargos y comentarios que quedan grabados. “Los árbitros siempre somos bien recibidos”, empieza casi como remedo de su experiencia como bombero, “pero no tan bien despedidos”.

No se libró de algún otro disgusto cuando asumió el cargo de responsable del fútbol base de la Deportiva Ponferradina y cambió la política de cantera hasta esa fecha descentralizada en clubes satélite, una medida no siempre bien entendida. Fredy se mantiene en el engranaje de la entidad, ahora como colaborador y delegado accidental, labor que compagina con otros encargos puesto que es costalero de pasos en Flores del Sil y Ponferrada o miembro de Conde Gatón (y actor del grupo de teatro en la Universidad de la Experiencia) tras haber dejado su sello en CIMA (de la que fue pregonero en 2011). Y así subraya el papel de la Ponferradina como válvula de escape y elemento dinamizador de una comarca que “abandonó” sectores tradicionales por su “dependencia tan grande de la energía”. “Como me dice un amigo, me pone muy triste la herencia que le estamos dejando a nuestros hijos en El Bierzo”. ¿La solución? “Sin el apoyo de las instituciones, difícilmente se podrá salir adelante”, admite.

Colaborador y delegado accidental de la Ponferradina, subraya el papel del club como válvula de escape de una comarca que “abandonó” sectores tradicionales por su “dependencia” de la minería

Ejerció como bombero entre 1985 y 2018

En la despedida de un compañero en el cuerpo de Bomberos

Recibiendo a los niños en una actividad de visita de los colegios al parque de Bomberos

Recibiendo a los niños en una actividad de visita de los colegios al parque de Bomberos

Recibiendo a los niños en una actividad de visita de los colegios al parque de Bomberos

Licencia de jugador de baloncesto con los Bomberos de Ponferrada. De niño había militado en el Endesa

A la izquierda, como juez de línea, componiendo trío arbitral con Víctor González (centro) y Jesús Marqués (derecha), en los Campos Ramón Martínez

Tercero por la izquierda en la fila de arriba, en un equipo de árbitros de la Subdelegación de Fútbol del Bierzo

Celebrando un ascenso de la Deportiva Ponferradina a Segunda División

Celebrando un ascenso de la Deportiva Ponferradina a Segunda División

Con la compañía Conde Gatón, en una visita teatralizada al Museo de la Energía

Primero por la izquierda, como costalero, portando a la Virgen de la Encina en la Calle El Reloj de Ponferrada

Fredy, en una imagen actual. De fondo, el campo de entrenamiento de la Ponferradina anexo a El Toralín y la torre del parque de Bomberos de Ponferrada