Animado por su amigo y mentor Norberto Beberide, Ramón Cela empezó a hacer fotografías con una Kodac de cajón de seis por nueve que su madre había traído muchos años antes de Nueva York. Apenas tenía 14 años y ya llevaba dos trabajando en un bar para ayudar a la humilde economía familiar. Con hambre de conocimiento, se rodeó siempre de personas mayores y aprendió a escucharlas. Así se reflejó luego en sus retratos, personajes anónimos, olvidados, que parecen sacados de los Santos Inocentes de Delibes pero cargados de ternura y dignidad. Pura antropología social. “Siempre me ha interesado la gente”, dice. Autodidacta, inquieto y enamorado militante del Bierzo y de su Villafranca natal, Ramón Cela tiene mil proyectos a las espaldas y otros tantos pensados para el futuro.

Caricatura de Cela dibujada por Beberide

A los 18 años comenzó a colaborar con Radio Juventud junto a Ignacio Linares y Yolanda Ordás sin dejar de lado su pasión por la fotografía. “Iba en bici a ver a la gente de los pueblos, a hablar con ellos”, cuenta. De esas excursiones nació su primera exposición en el Banco Bilbao de Ponferrada, un éxito que superó las expectativas de los organizadores. “Estaba prevista para ocho días y duró más de mes y medio”.

Habría que hacer un reportaje independiente para enumerar todas las iniciativas, clubs y organizaciones que Cela puso en marcha a lo largo de su vida. Tal vez la primera fue el club francés de Villafranca que las autoridades de la época le hicieron renombrar como Club Cultural Villafranquino. A los 22 “como ya era un chuleta y me atrevía con todo”, creó el primer centro de iniciativas y turismo de la provincia de León. Llegó luego la fiesta de la poesía de Villafranca, de la que fue artífice junto a sus amigos Andrés Viloria, Ignacio Fidalgo y Francisco González. Fundó también el club Piraguas Villafranca, activo hasta que una mala caída al río le hizo coger miedo. “Le vi las orejas al lobo y le di todas las piraguas a José Luis Prada”.

“Me puse en contacto con el médico Luis Bacariza y me dijo que tenía que crear la Cruz Roja en Villafranca”

Cela, viajero empedernido pero para quien instalarse definitivamente más allá del Manzanal era impensable, comenzó a rechazar trabajos en León por su alta demanda. Ya era suficiente con las tiendas que tenía en Villafranca y Ponferrada. Rompió moldes y convenciones, tanto en retrato como en fotografía de boda. “Siempre estaba investigando, innovando”. No le bastaba con la típica instantánea dentro de la iglesia junto a los familiares de los novios, “comencé a llevarlos al Plantío y luego al castillete de Valdés”. El amor por la pintura, inculcado por su admirado Beberide, puede apreciarse en muchas de sus obras.

Pero al margen de su faceta artística hay algo de lo que Cela se siente especialmente orgulloso. “Hubo un accidente muy grande en Cosmos y el médico de Villafranca dijo que para qué se iba a ir si no teníamos ni material, ni ambulancias, ni nada”. Ese fue el detonante. “Me puse en contacto con el médico Luis Bacariza y me dijo que tenía que crear la Cruz Roja en Villafranca”. Dicho y hecho. “Tuvimos el primer helipuerto de la provincia y 116 voluntarios que cubrían desde Ponferrada hasta Puente Domingo Flórez”, cuenta.

Cela creó la Cruz Roja en Villafranca

Nunca se le cayeron los anillos por pedir lo que necesitaba. “Iba a los pueblos, no había carreteras ni teléfonos y todas las manos útiles se habían marchado fuera, la gente pasaba hambre”. Así, decidió enviar una carta al presidente de la entonces Comunidad Económica Europea solicitándole 2.000 kilos de víveres de los excedentes de la Comunidad. Tras una llamada del gobernador instándole a presentarse “urgentemente” en León, se le informó de que los 2000 kilos que había pedido se habían convertido en 200.000. “Hoy se reparten en España más de 15 millones de kilos gracias a esa locura”.

¿Cómo ve hoy Cela la comarca y su pueblo? “Villafranca lo tiene todo, solo le falta imaginación y unión, hay muchos imbéciles que creen más en los partidos que en su pueblo”, dice. Fotógrafo, periodista amateur, escritor e investigador, Ramón Cela continúa en la brecha. “Ahora estoy con un proyecto tan grande que puede ser el proyecto de mi vida”.

Dibujo de Cela

Retrato realizado por el fotógrafo Ramón Cela

Retrato realizado por el fotógrafo Ramón Cela

Retrato realizado por el fotógrafo Ramón Cela

Cruz Roja Villanfranca

Cela (a la derecha)

Cela en París en uno de sus intercambios para estudiar francés

Cela recibiendo la Medalla de Oro de la Cruz Roja

Con su perra Nova y Villafranca del Bierzo al fondo