Hace un año, 20.000 personas recorrieron las calles de Ponferrada bajo el lema ‘Por el futuro del Bierzo’, en la manifestación, claro, estaba la crema y la nata de la sociedad berciana, alcaldes, partidos, presidentes de distintas instituciones y demás cargos con más o menos ganas de figurar en la foto. Un año después, hablan de nuevo los sindicatos, “no hay proyectos viables” para reflotar la comarca. ¡Pues vaya! Si no nos lo dicen, ni cuenta nos damos.  Hace un año también publicamos nuestros primeros seis reportajes, una comadrona, un ex sindicalista, una profesora rural, la presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, los organizadores del festival de cine de Ponferrada y el homenaje del Ciudad de Ponferrada al JT. Volvemos sobre ellos para saber en qué ha cambiado su percepción de la comarca.

María Bernarda apenas tendría trabajo en estos días. Ella, que no podía acabar de ver una película en el cine sin que la interrumpieran para atender un parto y que tuvo que comprarse una Vespa para llegar hasta el pueblo más remoto del Bierzo a través de caminos de tierra y barro, hoy, desde luego, disfrutaría de más tiempo libre. “Atendía hasta cinco y seis nacimientos en una misma jornada, a veces me iban a buscar al cine o a la iglesia”, nos contaba en aquella entrevista en la que contabilizó que había dado la bienvenida al mundo a más de 18.000 bercianos. “No había ni un día sin parto”. Las cosas poco han cambiado en un año, el saldo de población continúa siendo negativo en una comarca en la que se registran más muertes que nacimientos.

“En El Bierzo tenemos más paciencia que tiempo, y esa ecuación nunca funciona”

“En la manifestación de hace un año, Luis del Olmo dijo que se nos estaba acabando el tiempo y la paciencia, el problema es que no es cierto, tenemos más paciencia que tiempo, y esa ecuación nunca funciona”. Vicente Mirón, ex secretario de CCOO en El Bierzo no cree que una nueva manifestación sea la solución de nada, “habrá que llamar la atención de otra manera”, y añora un Bierzo más reivindicativo. “Las cosas han empeorado, solo hay que ver cómo está la comarca, cómo está el comercio”. Mirón pasea cada tarde con su mujer por Toreno, “y la conversación siempre es la misma, te acuerdas de esto antes”. El comentario se repite a la vista de cada bar, de cada tienda, de cada calle. Lo mismo pasa en otros municipios como Fabero. “Los fondos Miner no han reactivado las cuencas, las han anestesiado, casi ha sido peor el remedio que la enfermedad”. El problema ahora, asegura, es “¿cómo activas de nuevo eso que has dejado morir?”.

Un manojo de llaves ilustraba el cartel del festival de cine de Ponferrada de este 2019.  “Era una manera de decir que queremos abrirlo a nuevas propuestas, a nuevas actividades, seguir trabajando y recuperar al público más joven, que es lo que más está costando”, explica Antonio Rodríguez Morán, uno de los organizadores de este evento que se mantiene en pie pese a todas las dificultades con las que se ha topado en los últimos años. La diversidad y la calidad de la muestra ha sido su mayor apuesta desde que se redujo drásticamente el presupuesto para su realización. “La sección de cine infantil es una de las más exitosas a nivel de acogida, dirigida a los colegios, supone más del 50% del público”, y este año han batido récord con más de 3.000 espectadores. En cuanto a su objetivo de recuperar la gala y los premios, habrá que esperar un poco, “se necesitaría una mayor dotación presupuestaria y nuevos patrocinadores”.

 “No es de bien nacidos no estar agradecidos a lo que El Bierzo dio a muchas empresas”, decía hace un año la presidenta del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), Mar Palacio, para quien las esbozadas alternativas de revitalización económica no acaban de pasar de las palabras a los hechos. “Y yo ya no creo nada si no lo veo”, advierte con el contraste de la actividad cultural musical, que ya ha entrado en sintonía en la capital de la comarca para aunar esfuerzos y que “sirva de ventana para que se vea lo mucho y bueno que se está haciendo”. “Y ojalá que cunda el ejemplo en otros ámbitos”, señala Palacio.

“Si se cierran las escuelas, se cierran los pueblos”

En palabras se quedaron las promesas de instalar un videoportero o plantar árboles en el Colegio Las Alamedas de Dehesas, donde hace ahora un año se despidió la maestra Ángeles Bello Vidal ‘Geli’ con un mensaje de apoyo a la escuela pública que ahora refrenda a la vista de las dificultades para mantener con vida centros en el rural (“y si se cierra la escuela, se cierra el pueblo”, advierte) e incluso en ciudades como Ponferrada con el ejemplo del Colegio La Puebla. “Yo apuesto cada vez más por la educación pública. No debe ser un negocio, sino un servicio. Se necesita más dotación económica y es urgente un pacto por la educación. Si no, no vamos a ninguna parte”, sentencia.

Hace un año trazaba el homenaje al JT. La mejor manera que tuvo Ciudad de Ponferrada de honrar a aquel club mítico fue con el ascenso a LEB Plata, una hazaña deportiva a la que no siguió al nivel esperado la campaña de movilización social y económica en una comarca con poco fuelle. “Hubo apoyo, pero necesitamos mucha más colaboración”, advierte su presidente, Óscar García, quien rehúye comparaciones entre dos etapas históricas del baloncesto en la ciudad. “Lo importante”, concluye, “es que hoy Ponferrada está entre los 60 mejores equipos de España”.

Hace un año empezamos esta aventura. Buscar otro Bierzo, otros protagonistas, esos que no encuentras sosteniendo las pancartas. Los que se han ido persiguiendo un sueño y los que se han quedado por lo mismo, historias conmovedoras o divertidas, de superación, de logros, de resistencia, vidas que merecen ser contadas y personas que aún tienen mucho que decir. Una lista de personajes que imaginábamos más corta y hoy parece inacabable. Hace un año comenzó algo fantástico que ha valido (y vale) mucho la pena. La conclusión, El Bierzo está lleno de talento y de coraje, quizá el problema sea otro.