Por segundo año consecutivo y a causa de la situación sanitaria del país, con la pandemia de la covid-19, no se podrá llevar a cabo una Semana Santa con la normalidad a la que estábamos acostumbrados. Aprovechando la mencionada vicisitud que nos toca vivir y con el recuerdo de las muchas Semanas Santas ponferradinas vividas

Historia de ese nazareno entrañable y único

Estandartes de cofradías y hermandades de la ciudad de Ponferrada

Nazarenos en la plaza de la Encina, esquina calle Paraisín

Nazarenos y la Torre de la Encina

Cofrades de la Hermandad de Jesús del Silencio

Por un lado, procesiones

VIERNES de DOLORES. La Luna y la Giralda del Bierzo, al amparo de la oscuridad de la noche, nos muestran una estampa idílica.

En el interior del templo se escucha la Promesa Solemne de la Junta de Gobierno de la Real Hermandad de Jesús Nazareno -en la persona de sus diferentes miembros- de cumplir y hacer cumplir sus Estatutos y Reglamentos.

El Viernes de Dolores, de entre la multitud de feligresas destaca la silueta de dos mujeres. Una camina descalza. La otra con una ropa anacrónica, vestido hasta debajo de la rodilla

Los porteadores de Nuestra Señora de los Dolores, más nuestro La Dolorosa, se disponen para procesionar dicha efigie por el casco antiguo. A destacar dos de las más vías con más abolengo de la ciudad; la del Paraisín y la del Reloj. Trayecto de los más cortos de las procesiones de la capital berciana.

De entre la multitud de feligresas destaca la silueta de dos mujeres. Una camina descalza. La otra con una ropa anacrónica, vestido hasta debajo de la rodilla, color malva, cordón amarillo con varios nudos, medias gordas y oscuras, sandalias planas. Colgado del cuello un escapulario.

Llegada al punto de partida, el atrio de la Basílica. Al unísono se entona el canto de la ‘Salve Regina’.

Sobre este evento religioso hay un dicho: “sí ha podido salir a la calle la procesión de los Dolores, también saldrán todas las demás”.

Paso de la Borriquilla

Procesión de la Bendición de las Palmas

Procesión de la Bendición de las Palmas

DOMINGO de RAMOS. Fecha de reencuentro con la infancia y la inocencia, se tenga la edad que se tenga.

Entre el bosque de miles de palmas y ramos de laureles, que apuntan al cielo, esperando su bendición se vislumbra a Jesús montado en una borrica -mi primera imagen a horcajadas-. Es la representación de su Entrada Triunfal en Jerusalén.

Domingo radiante en el que nadie de los asistentes dejará de estrenar alguna prenda. Ello debido a cumplir la frase de: “quien no estrena algo en el Domingo de Ramos se queda sin manos”.

Durante muchos años ‘La Borriquilla’ de don Maximiliano tuvo cobijo entre las cuatro paredes de la Ermita de las Huertas del Sacramento.

El Miércoles Santo, la procesión del Silencio era, en el paso de la pubertad a la adolescencia, para los de mi generación, excusa para llegar a nuestro hogar sobrepasada la medianoche

MIÉRCOLES SANTO. Un absoluto Silencio envuelve cada rincón y esquina del barrio de la parroquia de San Pedro, única en La Puebla.

Una concurrida masa de ciudadanos, devotos y no devotos, se dan cita en la céntrica plaza de Julio Lazúrtegui respetando un silencio impresionante. Lo rompe el rumor de los pasos de los “papones” y el leve golpe de cetros y cruces contra el asfalto.

Un haz de luz, proyectado desde la cabina de proyección del Teatro-Cine Edesa, nos muestran el esplendor del rostro de Jesús del Silencio portando sobre su hombro la carga de su propia muerte -una cruz-. Es la versión berciana de Jesús del Gran Poder sevillano.

En el paso de la pubertad a la adolescencia, para los de mi generación, este evento fue excusa para llegar a nuestro hogar sobrepasada la medianoche. Era toda una proeza, una aventura.

En esta Semana Santa tan atípica y concretado en este desfile procesional un deseo. El Descanso Eterno para mi primo carnal que nos “dejó” este pasado mes de los difuntos.

Cofrades en el atrio de la Basílica de la Encina

Ángel del paso de La Oración del Huerto, imitación fiel del famoso del escultor Salcillo

Ángel y Jesús de la Oración en el Huerto

Paso de la Oración en el Huerto

VIERNES SANTO. Siendo aún de noche se deja oír el sonido de los clarines y timbales de grupos de cofrades, llamados “corredores”, que con su toque lúgubre nos convoca a la procesión madrugadora del Encuentro. La tarde dará paso a la del Entierro.

La de la mañana resulta ser la más tradicional y primitiva. La de mayor raigambre de nuestra Semana Santa ponferradina.

San Juanín

De toda ella quedémonos con el espectáculo de la carrera del apóstol San Juan, que digo yo de ‘San Juanín’ -en lenguaje coloquial-.

La procesión más solemne y admirada es y será la del Entierro.

Jesús Nazareno y el trompetero

La Soledad, Jesús Nazareno y San Juanín, procesionando a la altura de la Casa de los Escudos-Museo de la Radio

Jesús Nazareno

Jesús, Ecce Homo

Flagelación del Señor, atado a una columna

Desfila uno de los pasos que para mi persona tiene un tinte especial y emotivo. Jesús atado a una columna con dos sayones con látigos en la mano y con actitud de agredir al Señor desnudo. Se le conoce con el nombre de la Flagelación.

Jóvenes bellísimas las hay en todos los sitios, pero no puedo por menos decir que las bercianas tienen un toque especial. Ellas desfilan vestidas de mujer española, son ‘las manolas’. Algunas despertarían en mi corazón un “amor platónico” que quedaría en el más absoluto de los anonimatos.

La Virgen portando un hermoso manto negro

La Soledad y la ‘Giralda del Bierzo’

La Soledad y la ‘Giralda del Bierzo’

Paso de la Soledad

Rostro de la Virgen de la Soledad

Rostro de luto y dolor

SÁBADO SANTO. Procesión de la Soledad, luto y dolor.

Una de las imágenes más bella portando un lujoso manto negro. Rostro reflejo y expresión del dolor de una Madre “especial” por la muerte de su Hijo “único”.

En un marco incomparable, iglesia de San Andrés y Fortaleza-Castillo de los Templarios, pone broche final a su desfile por algunas de las angostas calles del casco viejo en la parte alta.

Como colofón, se entonará el tradicional canto de La Salve.

De izquierda a derecha y de arriba abajo, Paso de la Soledad, la Borriquilla, Flagelación y joven berciana vestida de mujer española

En el centro de la imagen, nazarenos y Torre de la Encina; a la izquierda, de arriba abajo, nazarenos con túnica blanca y pucho rojo, joven berciana vestida de mujer española y placa en homenaje al Lambrión Chupacandiles; a la derecha, de arriba abajo, nazarenos con túnica blanca y pucho morado, atrio de la Basílica y dos limonadas

Por otra parte, gastronomía

Un plato con leche, otro con un huevo batido y el último azúcar y canela. Sartén con manteca que daría paso al aceite de oliva. Una barra de pan del día anterior cortada en rodajas. Resultado, torrijas.

Lomos de bacalao en remojo durante la noche anterior. Posteriormente se cocerá. Una fuente con el bacalao cocido y rehogado con un refrito de aceite, pimentón y ajos. Lo acompañan huevos cocidos, troceado en cuatro trozos, junto a unos pimientos asados cortados en tiras. 

Mañana del Viernes Santo. Panadería ‘Facundo’. Papilas gustativas, de “la niñez”, relamiéndose con un bollo de leche. Todo un clásico entre las tradiciones gastronómicas de la Pascua en Ponferrada

Pulpo cocido en caldereta de cobre. En un plato de madera, trozos de pulpo cortados y sazonados con sal gorda y pimentón, mitad dulce mitad picante, aderezados con aceite de oliva. A libre elección puede ir acompañado de cachelos (patatas cocidas).

Rosca de churros con una taza de chocolate. Algunos la sustituyen por una copita de una especial agua ardiente, orujo.

Cordero o cabrito asado, nunca he sabido distinguir. Con su correspondiente sazón asado en horno de leña, a ser posible.

Dos limonadas, brebaje típico de Semana Santa

Mención especial sin necesidad de explicación alguna. ¿De qué?, ‘potaje de cuaresma’ y ‘limonada’. Esto segundo unido a la expresión “vámonos de ronda a matar judíos”.

Recuerdos y evocaciones

Primer helado de la temporada. Cucurucho -barquillo- con una bola de helado del sabor por antonomasia, mantecado. Durante unos pocos años de ‘La Ibense’, posteriormente ‘La Moderna’.

Una goma elástica con la magia de estirarse y encoger al ritmo de nuestra destreza y habilidad. Un extremo anudado en el dedo anular. En el otro una pequeña pelota cosida y rellena de serrín. Lugar de procedencia, Valencia.

Dos “perras gordas” al aire. ¡Plaf!, en su contacto con el suelo. “Caras o cruces”. Un corrillo de gente con apuestas hasta “por fuera”. El baratero. Es el azar del juego ilícito de las chapas

Salas de baile y discotecas cerradas. En la radio solamente música sacra-religiosa. Alternativa las salas de cine con películas como ‘Fray Escoba’, ‘Marcelino Pan y Vino’, ‘El Cristo del Océano’, ‘El milagro de Fátima’… o grandes producciones cinematográficas con títulos como ‘La Túnica Sagrada’, ‘Ben-Hur’, ‘Rey de Reyes’, ‘La historia más grande jamás contada’…

En décadas pasadas, plaza de la Encina y don Jesús Garzón. En las actuales, plaza del Ayuntamiento y don Antolín de Cela. Siempre, el acto de quitar el luto a Nuestra Señora del Bierzo, la ‘Morenica’. Acompañado del estruendo de bombas y campanas.

Uno muy especial

Mañana del Viernes Santo. Panadería ‘Facundo’. Papilas gustativas, de “la niñez”, relamiéndose con un bollo de leche. Todo un clásico.

Madrugadas de Jueves Santo y Viernes Santo

Dos “perras gordas” al aire. ¡Plaf!, en su contacto con el suelo. “Caras o cruces”. Un corrillo de gente con apuestas hasta “por fuera”. El baratero. Es el azar del juego ilícito de las chapas, con signos de hacerse la “vista gorda” en estas fechas. Resultado apuestas con elevadas sumas de dinero, propiedades y en algunos casos incluso la mujer o algún hijo.

Rafa Casas es profesor jubilado