Ramón Cela, el fotógrafo del paisanaje berciano, tiene incontables retratos a sus espaldas. “Es lo que más hago y lo más difícil”, advierte. Acumula infinidad de fotografías de flores, otra de sus especialidades y predilecciones. También cuenta con un ingente repertorio de instantáneas de ballet clásico. Pero cada año, desde que arranca la hoja de septiembre del calendario, una paleta de colores cambiante llama a su cámara. Cela extiende su habilidad al paisaje berciano. Y sus fotos de viñedos, uno de los motivos recurrentes de la postal de cada otoño en la comarca del Bierzo, brillan junto a los ojos, los pétalos y las piruetas en su archivo.
El ritual comienza ya a finales de septiembre. Hay que tantear el terreno, todavía sin gastar la pólvora. Los mejores disparos se reservan para octubre cuando la naturaleza obra el milagro de la transformación. “En apenas 25 días cambia el colorido totalmente”, cuenta Cela para señalar que este año la ausencia de heladas hace que “los colores vayan más retrasados” en una paleta que deja tonos distintos en función también de las diferentes variedades. ¿Cuándo es el mejor momento del día para sacar la artillería? “Yo madrugo o espero al final de la tarde. Las doce del mediodía, que en otras fechas del año sería mala hora, también es ahora buen momento. No me gustan los días claros; los prefiero con nubes”, responde quien desde que tiene cámara hace fotos de viñedo berciano.
¿Cuál es el mejor momento? “Madrugo o espero al final de la tarde. Las doce del mediodía, que en otras fechas sería mala hora, también es buen momento. No me gustan los días claros; prefiero con nubes”
Su radio de acción comprende fundamentalmente el término municipal de Villafranca del Bierzo. Castro Ventosa puede hacer de atalaya o de fondo. Y la conocida popularmente como ‘la cabaña de los pinos’ es otra referencia, el punto que marca la inflexión de fotos que se transforman por la luz, el paso de los días o el cambio de los colores. Cela saca partido al paisaje del viñedo berciano y también jugo al regalo postrero de las cepas, los ‘bangallos’ al ‘rebusco’, “pequeños racimos que son pura delicia”. ¿Por qué la comarca no saca rédito de este espectacular paisaje? “Porque nuestros políticos no están a la altura del pueblo. Piensan más en sus partidos que en la gente”, responde con su característico tono reivindicativo quien hace de este recurso natural una obra de arte.

Ramón Cela, en su ‘Gurugú’, con Villafranca del Bierzo al fondo