Ni es el primero, ni es el definitivo, ni se retransmite en streaming (sea eso lo que sea). El debate comenzó hace cinco meses. Sin tiempos preestablecidos, sin cara a cara y sin plano y contraplano para remarcar las diferencias, ni tampoco ‘verificadores’ para controlar los excesos verbales. No hizo falta, como tampoco consultar a la Junta Electoral de Zona porque no están en juego votos. ¿Qué le pasa al Bierzo? ¿Dónde está la clave de la recuperación? Ahí van algunas respuestas.
“Hemos vivido de mentiras. Y la gente sigue abriendo negocios”, determinó Nino Cubelos, que cerró el suyo a finales de 2009, cuando la crisis que nunca iba a llegar ya había aterrizado en El Bierzo y la que fue la calle más comercial de Ponferrada se iba convirtiendo en un decorado de ‘se traspasa’ y ‘se alquila’. “La Avenida de La Puebla era lo mejor y hoy es lo peor”, admite Filo Ferreiro, alma de Confecciones Filo, que bajó la persiana cuando llegaron los centros comerciales. Y ahora que las revoluciones tecnológicas están privilegiando los espacios virtuales sobre los físicos, el arquitecto Martín Pérez ofreció su solución: “Los centros comerciales van a ser Amazon e Internet. Los productos tendrán que llegar a un sitio desde el que se reparta. Ponferrada tendría que apostar por contar con centros logísticos”.
La cultura parece no tener mucho hueco en la agenda política, como tampoco el deporte mientras haya una generación de atletas que tenga que saltar por encima de las dificultades
Lo que pasa es que una comarca que ha ido perdiendo el tren de las comunicaciones lo tiene más difícil que otras. “Una de las cosas fundamentales tenía que haber sido el AVE a Ponferrada antes que Ciuden, que al final depende de los sucesivos gobiernos”, expuso el periodista Toño Criado, cansado de tardar en autobús desde Madrid lo mismo que cuando estudiaba Periodismo. Criado fue referencia berciana en las ondas con Radio Nacional de España como ahora lo es en la SER Pablo Morán, quien dice ver “con rabia” un orgullo que no palpa en otros sitios por “una comarca llena de potencial y talento que está triste y parece no tener salida”.
No parece tener la cultura mucho hueco en la agenda política. “El panorama cultural del Bierzo es desolador, se hacen pocas cosas con un campo tan grande por explorar. Necesitamos trabajar y que los políticos apoyen. Si ofreces un producto de calidad, el público responde”, reivindicó la directora del Museo Arqueológico de Cacabelos, Silvia Blanco, al contar cómo ha conseguido consolidar las fiestas temáticas infantiles a base de perseverancia. No pintan mucho mejor las cosas para el deporte mientras haya una generación de atletas que tenga que saltar por encima de las dificultades, en este caso literales al rozar ya el listón de la pértiga el techo de uno de los bajos del Pabellón Lydia Valentín.
Puede que la clave esté en hacer equipo. Claro que a veces el ‘visitante’ deja el campo embarrado. “Históricamente sólo han venido al Bierzo a saquearlo; no a invertir aquí”, denunció la poeta Ester Folgueral
Claro que a veces la clave está en hacer equipo. “Los bercianos somos muy individualistas. Y, tal y como están las cosas, o hacemos equipos o no hay solución”, dijo María José Rodríguez ‘Pepa’. También es verdad que en ocasiones el equipo ‘visitante’ deja embarrado el campo. “Históricamente sólo han venido al Bierzo a saquearlo; no a invertir aquí”, denunció la poeta Ester Folgueral, convencida también de que la mejora de las vías de comunicación es la mejor manera de sacar a la comarca de la lista de ejemplos recurrentes de la España Vacía. “No es de bien nacidos no estar agradecidos a lo que El Bierzo dio a muchas empresas”, abundó la presidenta del IEB (Instituto de Estudios Bercianos), Mar Palacio. Tampoco acaban de llegar los servicios, incluso los más necesarios cuando la salud juega malas pasadas. “Las excusas para no traer radioterapia no me valen”, sentenció la delegada provincial para El Bierzo de la Asociación Española contra el Cáncer, Conce Blanco.
El Bierzo sigue teniendo potencial. Pero falta “una estrategia de desarrollo”, considera el diseñador gráfico Juan Manuel Salví. Con su cámara a cuestas, Ramón Cela hace una radiografía de su pueblo después de tantas fotografías: “Villafranca lo tiene todo, sólo le falta imaginación y unión”. Falta también alegría. “Antes todo el mundo, ahora ya no siento cantar nunca”, lamentó Ascensión Ramón, que cerró su bar de Bárcena de la Abadía (Fabero) tras un siglo detrás de una barra porque “no se pueden soportar los mismos impuestos y exigencias” en un pequeño pueblo de montaña que en una capital. La frase cierra el debate. Se esperan soluciones. Y no pueden tardar.