Su producto es muy pequeño, pero el objetivo es muy grande. ¿Se puede cambiar el mundo con una cápsula de té? Tres bercianos asentados en Madrid, Saday Flórez, Alberto Martínez y Javier Fernández Vila, están convencidos de ello. Y dan los primeros pasos para posicionar en el mercado una apuesta novedosa sin renunciar a una filosofía que va mucho más allá de lo comercial. La venta de té matcha no fue sino la consecuencia de una forma de pensar cosida con un juego de palabras en su lema: “Té cambiará la vida”.

De izquierda a derecha, Alberto Martínez, Saday Flórez y Javier Fernández Vila
Tres bercianos asentados en Madrid, Saday Flórez, Alberto Martínez y Javier Fernández Vila, posicionan en el mercado una apuesta novedosa sin renunciar a una filosofía que va más allá de lo comercial
Lo primero fue la idea: ensamblar tendencias de consumo con cuidado de la salud y respeto al medio ambiente. Luego llegó el producto, un superalimento de origen japonés de mucha aceptación en mercados tan potentes como el de Estados Unidos. “Y nosotros quisimos llevarlo a nuestro terreno”, dice el responsable de la página web (www.loveubio.com) y las redes sociales, Alberto Martínez, al aludir a los cuatro pilares de la empresa: ecología, sostenibilidad, salud e innovación.
El nombre, LoveUBio, ya es toda una declaración de intenciones surgida de la apuesta por la utilización de materia orgánica, un packaging sostenible y cápsulas compostables, cuestiones que le ha hecho encajar con su comercialización compatible con máquinas Nespresso y renunciar a otras firmas como Dolce Gusto pese a perder esa cuota de mercado. “No queremos vender más a costa del planeta”, señala el responsable de la esfera comercial, Saday Flórez. Y el resultado es la diferenciación. “Nadie ha comercializado este producto en este formato”, recalca Martínez al destacar también la oferta de consumo rápido en la sociedad de las prisas.
Nacida el 1 de febrero de este año, la marca ya comercializa dos líneas de producto bebible: Pure Matcha (el té en su máximo esplendor) y el Matcha Latte (de sabor más dulce al mezclarse con leche de soja de agricultura ecológica). Las características de la materia prima le permitirán explorar otras fórmulas como la suplementación alimenticia en el ámbito deportivo tanto en el preentrenamiento como en la recuperación. Por el momento ya se han ganado la confianza de Grupo MAS (con más de 160 establecimientos en Andalucía y Extremadura), al tiempo que negocian con importantes compañías hoteleras y del comercio minorista. Y ha obtenido dos patentes (una ya aprobada) para sus formatos RTD (Ready To Drink), ya en en el mercado con los los sabores Pure Matcha y Matcha Latte, y RTE (Ready To Eat).
Su idea es crecer en ramas como el marketing, avanzar en la profesionalización de la estructura y crear empleo con una meta en el horizonte: producir en El Bierzo
De sus siglas surgió un nombre corto y fácilmente reconocible y recordable, LUB. El primer apellido fue la forma de hacer un guiño a su tierra, Bierzo, y el segundo a su año de gestación, 2018. LUB Bierzo 2018 es la empresa dedicada hasta la fecha a la importación de la materia y la distribución del producto con tienda online. El siguiente paso consistirá en abrir ronda de financiación con un objetivo en números redondos: 250.000 euros. Será la forma de crecer en ramas como el marketing, avanzar en la profesionalización de la estructura y crear empleo con una meta en el horizonte: producir en El Bierzo. “Sería lo ideal”, apunta Flórez.
Lanzados al emprendimiento en un momento de incertidumbres económicas y políticas, miran alrededor para ver reforzadas sus señas de identidad al comprobar cómo grandes firmas incorporan elementos que ellos dan “por supuesto” como la eliminación del plástico o la introducción del braille. “Vamos un paso por delante en algunas cosas”, subraya Flórez tras insistir en que su empresa funciona bajo la fórmula prueba-error para cada pequeño paso y con el estímulo de creer en su trabajo a largo plazo. De la frase “cambia tu mundo para cambiar el mundo” surgió su lema. “Y no hay nada mejor que cambiar el mundo en tu pequeña parcela”, concluyen.
Lanzados al emprendimiento en un momento de incertidumbres, miran alrededor reforzar sus señas de identidad al comprobar cómo grandes firmas incorporan elementos que ellos dan “por supuesto”

Saday Flórez, en Ponferrada, con las dos primeras líneas del producto que han salido al mercado.