Jueves por la tarde. La sala polivalente de las piscinas climatizadas de Ponferrada, convertida en vacunódromo durante la pandemia, ya ha recuperado sus usos. Toca entrenamiento de los equipos de baloncesto del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada. La comparación con la película Campeones resulta inevitable, más si cabe cuando una de las jugadoras se pone a botar hacia su propia canasta y los entrenadores levantan los brazos. Jueves por la noche. La casualidad resulta casi inverosímil. Televisión Española repone el filme en el que un entrenador redime una pena dirigiendo a un conjunto formado por personas con discapacidad intelectual a las que lleva a la final nacional. Con dos puntos abajo a falta de unos segundos, uno de los jugadores se pone a botar en sentido contrario, lanza el balón de espaldas y falla. El resultado, en uno y otro caso, no es lo más importante.

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada de baloncesto
Asprona Bierzo, que lanzó sus equipos de baloncesto en torno a la fiebre deportiva de Barcelona 92, alcanzó hace un par de años un acuerdo con el Ciudad de Ponferrada, que pone entrenadores a su disposición
La celebrada ficción de Javier Fesser tiene su reflejo en el caso de Asprona Bierzo, que lanzó sus equipos de baloncesto coincidiendo con la fiebre deportiva en torno a Barcelona 92, los incluyó en esa misma década en ligas federadas con reglas adaptadas y hace un par de temporadas alcanzó un acuerdo con Ciudad de Ponferrada (CdP), que pone entrenadores a disposición del colectivo al que invita a seguir sus encuentros de LEB Plata, la tercera categoría en España. El baloncesto no es un fin en sí mismo. “Es un medio para lograr la inclusión”, insiste el responsable de Deporte de Asprona Bierzo, César Martínez, desde hace dos años arropado por el histórico capitán del CdP ahora integrado en su parcela técnica Jorge Fernández ‘Tore’ y el coordinador de cantera del club, Iñaki Quintas.
Veterana con una trayectoria deportiva que ronda las dos décadas, Merce Fernández no esconde que al principio le costaba entrar en el cuerpo a cuerpo a la hora de buscar los rebotes. “Tenía miedo al choque, por las gafas”, admite esta consumada experta en esquí alpino que prefiere pasar la pelota que lanzar a canasta. Más temporadas lleva todavía Álex Merino, que esta semana cumple 50 años y se muestra dispuesto a continuar mientras le dejen las lesiones. Y es que salió mal parado un día que fue a entrar a canasta en un partido en Galicia y ya ha sufrido hasta cinco luxaciones de hombro. El tiro exterior es una de las virtudes de este jugador que reconoce que en un partido reciente se picó con un contrario y con el árbitro. “Me calenté. Los árbitros pitan lo que ven y hay que hacerles caso”, dice entonando el mea culpa.
Las disputas con los rivales y las protestas a los colegiados no pasan de ser anecdóticas. “Llevo 26 años. Y jamás ha habido un problema de mal rollo”, sentencia César Martínez, que ve “reflejado” el caso de Asprona Bierzo en Campeones sin dejar de hacer un matiz: “No siempre a todos les da igual ganar o perder”. Tore ya empezó a tener contacto con el deporte adaptado antes de la pandemia. “Ellos son superamables contigo”, subraya sin evitar la comparación con la competición en la que dejó al CdP en la categoría de bronce del baloncesto nacional: “Vienen, sobre todo, a pasárselo bien. Quieren ganar, pero no les importa tanto perder. Dan la mano al contrario. Y a los árbitros no les dicen ni mu”. La ficción se hizo realidad el día en que se desplazaron a El Masnou (Barcelona): “El viaje fue como la película”.
“Llevo 26 años. Y jamás ha habido un problema de mal rollo”, dice el responsable de Deportes de Asprona Bierzo, César Martínez. Las disputas con los rivales o las protestas a los árbitros no pasan de anecdóticas

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada con Jorge Fernández ‘Tore’ (con el balón en las manos) y César Martínez (izquierda)

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada de baloncesto

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada
La competición se divide en tres categorías en función del nivel deportivo y del grado de discapacidad intelectual. El Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada compite con el patrocinio de Caja Rural con un equipo masculino en la segunda y con otro mixto en la tercera, donde las reglas se relajan para no ser puntillosos con cuestiones como los pasos o los dobles. “Las normas me costaban más al principio”, asume Juan Carlos Martínez, que también hace pádel y ciclismo. Silvia Jiménez, que lo compatibiliza con el pádel y antes también con la natación, reconoce la necesidad de “defender más fuerte”. El baloncesto sufre la competencia del fútbol, que engancha a los usuarios más jóvenes con la ilusión añadida de participar en una liga que recorre escenarios de primer nivel en una oferta deportiva que se completa, aparte de los citados, con fútbol sala y petanca.
Iñaki Quintas trabaja con niños como coordinador de cantera del Cdp y afronta ahora otra experiencia. “Pensé que iba a ser más complicado. Pero al final con ellos es todo muy fácil porque siempre tienen una sonrisa”
Superada una pandemia que se hizo “muy dura y muy larga”, ahora toca sobreponerse al progresivo envejecimiento de los usuarios de Asprona Bierzo, lo que obliga más que nunca a adaptar los entrenamientos hasta incluso reducirlos a media pista además de simplificarlos. Acostumbrado a lidiar durante la semana con niños como coordinador de cantera, Iñaki Quintas afronta ahora una nueva experiencia. “Pensé que iba a ser más complicado. Pero al final con ellos es todo muy fácil porque siempre tienen una sonrisa”, destaca sobre unos equipos de baloncesto ya convertidos en campeones de la inclusión.

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada

Entrenamiento del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada

Foto de familia del Asprona Bierzo-Ciudad de Ponferrada de baloncesto