
Diego Vázquez y Ousmani Traore junto a parte del material almacenado en las instalaciones de Bierzo Fitness Center
Ousmani Traore todavía recuerda aquella camiseta de Fernando Torres que le regaló su hermano. Su historia empezó a rodar el día que se escapó para no sufrir los habituales castigos en clase por no saberse la lección. Se metió en un coche y pasó una temporada trabajando a 100 kilómetros de su casa de Fèrèni (Mauritania). Tres días en patera para llegar con apenas 14 años de edad a Tenerife, el traslado a un centro de menores en Ponferrada, los primeros pinitos en capoeira y conocer en el Bierzo Fitness Center a su responsable, Diego Vázquez, sitúan la trama en el punto en el que deporte, formación y solidaridad confluyeron para alumbrar hace unos meses la ONG (Organización No Gubernamental) Bierzodemandana-Bierzo-Ayuda. A través de esta iniciativa regresará a finales de febrero a casa cargado con decenas de camisetas de los ídolos de infancia de otra generación de compatriotas que crecen en medio de unas condiciones similares o peores a las que él mismo padeció de niño.
“Siempre tuve la idea de ayudar a mi gente en mi cabeza”, reconoce Traore, que ahora que tiene 24 años de edad, formación, trabajo y vocación deportiva ha podido canalizar el proyecto para echar una mano a un país en el que las familias viven al día de la agricultura y la ganadería. “Yo de niño vendía carbón y agua de un pozo. Corría por las esquinas porque no tenía playeros”, dice para poner en situación de unas duras condiciones en el desierto que no han mejorado con el paso del tiempo. “Y quería hacer una campaña enfocada hacia el deporte porque el deporte ha cambiado mi vida”, subraya ya en vísperas de subirse a un avión que le dejará todavía a cinco días en coche de su localidad natal ahora que ya sabe lo que es subirse a un ring para tomar parte en combates profesionales de K1.
El joven, que en sus tiempos de la capoeira adoptó Fumasa como nombre de guerra, partirá de Ponferrada el 25 de febrero con el material (principalmente ropa deportiva hasta sumar más de un centenar de sacos) y el dinero (alrededor de 3.000 euros) recaudados durante semanas de eventos sociales y promoción en redes sociales. ‘Demandana’ significa ayudar en su idioma, el Sonike, que es a su vez el nombre de uno de los tres barrios (junto a Hasanie y Pulo) que componen Fèrèni, una pequeña localidad de apenas 1.200 habitantes de Mauritania, ya en la frontera con Malí. Pasará en su tierra un mes, tiempo que aprovechará para tomar las medidas de su siguiente objetivo solidario, construir una escuela deportiva presupuestada en alrededor de 6.000 euros en el horizonte del año 2020.
“El Bierzo es solidario, pero siempre somos los mismos. Y el que menos tiene es el que más da”, dice Diego Vázquez
De ayudar sabe y mucho su mentor y especie de segundo padre en Ponferrada, Diego Vázquez, artífice de campañas como la que consiguió en tiempo récord una prótesis deportiva específica para la atleta Marta Casado. ¿El Bierzo es solidario? “El Bierzo es solidario, pero siempre somos los mismos. Y el que menos tiene es el que más da”, precisa Vázquez, dispuesto a poner las herramientas y su experiencia al servicio de causas que deben liderar sus protagonistas. “Porque papá Diego no va a estar siempre”, añade convencido de la idoneidad de una campaña enfocada hacia la importancia del deporte como fórmula para fomentar el hábito de estudio.
Cuando el contenedor solidario llegue a Fèrèni, lo primero será seleccionar personalmente los destinatarios de la ayuda. El siguiente paso vendrá con la organización de competiciones deportivas que permitan a los chavales de la zona tomar conciencia del leit motiv de la campaña enfundados en camisetas de sus ídolos como aquella de Fernando Torres que acompañó a Ousmani Traore en un viaje que le cambió la vida. Ahora él, que pasó por las más duras vicisitudes para llegar a Europa y no oculta su idea futura de volver a vivir a su tierra, pretende cambiarle o al menos hacerle más amable su vida a chavales en los que podría verse reflejado.

“Siempre tuve la idea de ayudar a mi gente en mi cabeza”, reconoce Traore, que posa con la sudadera de la campaña solidaria