No todo van a ser procesiones, pasos, papones y limonadas. La Semana Santa ponferradina tiene muchas caras y la más alternativa reúne cada año en torno a 1.500 penitentes llegados de toda España para celebrar los días de pasión coreando las letras de sus grupos favoritos. El Freakland, una de las citas más consolidadas y atrevidas del panorama musical berciano surgió entre amigos y para amigos. Una buena génesis que ha permitido sortear las dificultades y mantener vivo el sueño. En el año 98 un grupo de jóvenes cansados de invertir tiempo y dinero en desplazarse a distintas ciudades para poder disfrutar de sus grupos preferidos pusieron en marcha la asociación cultural From Timba to Tumba. La idea era traer esas bandas a Ponferrada. Lo lograron. El paso lógico era la creación de un festival que nació en la Semana Santa de 2001 con The Cynics como cabezas de cartel. Tras un parón de tres años volvió con más fuerza en 2017 y hoy, el encuentro se ha convertido en referente del punk rock en todo el Noroeste. Fieles de Galicia, Asturias, Castilla y León y Madrid, acuden cada año a la llamada, tres días de conciertos ininterrumpidos para resucitar el domingo con ganas de que llegue la siguiente edición.

Programa del Freakland 2019
“Al principio era un milagro que saliera pero cuando haces las cosas porque te gustan tiras para adelante, lo hacemos para disfrutar nosotros, es nuestra fiesta”, así lo declaran Roberto Marcos y Luis García, dos de los organizadores del festival e integrantes e impulsores de From Timba to Tumba. “La asociación sigue existiendo aunque ya no organiza el festival, pero si llamas a cualquiera de sus miembros echan una mano y colaboran en lo que sea”. Han conseguido a los mejores grupos dentro de sus posibilidades económicas. El Freakland, dicen, siempre ha tenido carácter internacional aunque quizá sea esta edición la que más nacionalidades diferentes reúna. “Han venido grupos de todo el mundo pero este año tendremos a bandas de Australia, Japón, Inglaterra, Francia y Estados Unidos”. Reconocen que el apoyo del Ayuntamiento “ha ido de más a menos” hasta convertirse en prácticamente anecdótico, aunque “también es cierto que coincidió con la crisis” y como ya se sabe, la cultura, en crisis permanente, es la primera en resentirse cuando llegan las dificultades.
Como todo buen festival, el Freakland tiene su propio premio. La Copa Freak surgió el segundo año para reconocer al asistente que más salero y ganas le ponga, al más entregado. “Está muy disputado y ya hay quien ha repetido”, dicen. El afortunado se llevará a su casa la copa, diseñada por el artista ponferradino Óscar Tahoces, y se convertirá en invitado de honor del próximo encuentro.
Entre el jueves y el sábado y de la mañana a la noche, un ritmo vertiginoso que comenzará el jueves a las 19.00 en el Morticia con The Cha Cha Chas. “La idea es descentralizar los conciertos y que la gente visite la ciudad”. De las sesiones vermú en el King Kong a los conciertos a media tarde en el Cocodrilo Negro y en el Morticia, para acabar la noche en el Attica Club. Las japonesas The Go-Devils ofrecerán un concierto gratuito este martes en el Morticia para ir calentando los motores de esta procesión semanasantera con carácter underground.

FreakLand, concierto Twistaroos

FreakLand The Staggers

FreakLand The Neanderthals

Freakland

FreakLand Gusiluz

FreakLand Godfathers

Freakland 2011 Sala Enzo

Freakland

FreakLand 2006 Paul Collins

FreakLand 2007 Murray Molloy The Voodoo Idol

FreakLand 2006 Bublegum