“No te va a durar ni seis meses”, le auguraron sus padres la primera vez que vieron la tienda. Iván Pérez recuerda aquella sentencia como un acicate. “Pensé, por mis cojones que esto sale adelante”, cuenta riendo. Tras haber mamado la cultura musical y rockera en la noche ponferradina del Salón, El Barracuda o el Metrópolis, la locura tomó forma tras un viaje a Estados Unidos, “allí vi las Chopper, esas enormes bicis customizadas y dije, aquí no hay nada de esto”. Dicho y hecho, Chopper Monster echó a andar en 2005 en una Malasaña que poco tenía que ver con el barrio de moda atestado de comercios que es hoy. Casi quince años después y convertida en un clásico que visitan hasta grupos de viaje organizados, el templo de la estética rock y underground ya no vende bicis pero sí ropa, vinilos, complementos, artículos de coleccionista y objetos de decoración que viajan desde la tienda de un berciano en el centro de Madrid hasta Australia, Los Ángeles o Alemania.

Aunque asegura que sus padres casi le matan, para el recuerdo queda esta imagen. Iván y su madre, Luisa, bromean el primer día que visitó la tienda, todavía en obras.

Iván nació en Vega de Espinareda. “En los 80 esto era un hervidero, había gente super interesante, con inquietudes, era como la movida madrileña pero en un pueblo de las montañas”. Aquí creció entre la cafetería que regentaban sus padres, las calles y el río con la libertad total de los veranos eternos. “Era el paraíso para un niño, la verdad es que fui muy feliz”. Recuerda con cariño los partidos con el equipo de baloncesto y las noches de fiesta en la discoteca ‘Exágono’. “Había gente que recorría cientos de kilómetros para venir, aquí tocó Alaska, Obús, venía la gente de Madrid y flipaba”. El contraste con la realidad actual es enorme. “Venimos de una bacanal, esto era una orgía diaria y la caída ha sido grandísima”.

“Hace muchos años, en una época en la que estábamos al límite de pasta, Ramoncín entró a la tienda y se llevó puestas dos bicicletas, de las caras, nos arregló el mes”

Dejó El Bierzo para estudiar informática. ¿Te gustaba? “La verdad es que no, pero me permitió independizarme económicamente muy rápido, eran años muy buenos”. Comenzó a trabajar en Indra en el sistema informático de las elecciones en España y Latinoamérica. “En siete años solo me compré una vespa y un equipo de música, ahorraba el resto pensando, algún día haré algo”. Y el momento llegó a principio de los 2000. Durante casi nueve meses intentó compaginar el trabajo con la tienda hasta que tomó una decisión, dedicar el cien por cien de su tiempo al nuevo proyecto.  “Fue bien desde el principio, Malasaña no era lo que es hoy, no se abrían negocios”. Todos los amigos echaron una mano para convertir aquella vieja joyería en el local con alma que él tenía en mente. “Los abuelos del barrio, pasaban, miraban y nos animaban, fue muy bonito”.

Iván delante de su tienda, Chopper Monster, en el barrio madrileño de Malasaña

En más de una década las anécdotas se acumulan y aunque él es discreto, media farándula madrileña ha pasado por su tienda. “Hace muchos años, en una época en la que estábamos al límite de pasta, Ramoncín entró a la tienda y se llevó puestas dos bicicletas, de las caras, nos arregló el mes. La coincidencia hizo que diez años más tarde su hijo Joel trabajara con nosotros”. Otro de los habituales es Iñaki López, el presentador de la Sexta, “viene todas las semanas y compra muchísima música”. Pero quizá la historia más conocida sea la de la pareja de flamencos rosas que decoraban la terraza de Alaska y Mario.  “Se agotaron las existencias”.

“A veces me da pena no haberme quedado a pelear más por mi tierra, muchos nos hemos ido fuera”

Hoy, Chopper Monster es mucho más que una tienda, es un punto de encuentro y un foco de cultura donde se realizan presentaciones de libros, entrevistas y programas de radio temáticos que pueden leerse y escucharse en su página web.  Durante ocho años organizaron el Monster Pedal, una concentración de bicis customizadas donde todo el mundo era bienvenido. “La gente iba disfrazada, dábamos premios, hacíamos conciertos, era muy chulo, pero como no teníamos los permisos la policía siempre acababa apareciendo”. El estrés de la organización y la enfermedad que se llevó a su madre provocaron el parón. Superado el momento más duro de su vida, unos chavales retomaron el proyecto manteniendo el espíritu y el nombre original. Monster Pedal vuelve a estar en marcha. 

Iván durante la celebración del Monster Pedal

¿Y en el futuro? “Supongo que estaré a caballo entre Madrid y El Bierzo”. “A veces me da pena no haberme quedado a pelear más por mi tierra”. Sin embargo, dice, “me niego a creer que aquí solo van a quedar cuatro mineros jubilados. Creo que se va a dar la vuelta a la tortilla”. Iván ve en la tecnología una posibilidad de cambiar las cosas, de trabajar desde cualquier parte. “Dentro de unos años las grandes ciudades van a ser lugares imposibles para vivir”. ¿Habrá un efecto retorno a los pueblos? “Ojalá”. El rockero “enamorado” de Madrid que apostó todo a una sola mano tiene clara una cosa, “El Bierzo es mi lugar en el mundo”.

Iván durante la celebración del Monster Pedal

Iván tocando con su grupo de bercianos, Los Rascatripas

Grabando un podcast para Chopper Radio Show con Fernando Girón banda en directo

Grabando un podcast para Chopper Radio Show con motivo de la presentación del libro de Edgar Reina y dos ilustres bercianos, Pepe kubrick y Toño Tejerina

Chopper Monster

Iván Pérez, en una imagen reciente en Vega de Espinareda