Un festival de rock ‘n’ roll gratuito y al aire libre con un cartel de infarto en el que se dan cita desde Víctor Coyote a Josele Santiago, Pájaro o La Perra Blanco. ¿En Madrid?, ¿en Barcelona?, ¿Ponferrada? No, en una pequeña localidad que apenas supera los 2.000 habitantes y que acaba de ser elegida como una de las más bonitas de la provincia. “Plantéanos un proyecto, me dijeron. ¿Qué? ¡Ya veréis!”, cuenta Iván Pérez, y es que hay que saber bien a quién se le piden las cosas, porque puedes acabar convirtiendo Vega de Espinareda en Woodstoock. Quién sabe si dentro de un par de décadas leeremos titulares del tipo ‘la chispa de locura y belleza que surgió en un pueblo berciano’. El dueño de Chopper Monster, tienda de estética rock y underground que se ha convertido en punto de encuentro cultural en Malasaña, tendría entonces una muesca más en su lista de objetivos locos cumplidos. Porque Iván, que nunca ha olvidado las noches de fiesta infinita en la discoteca Exágono, se ha propuesto recuperar con el Espina Fest el espíritu de lo que una vez fue la comarca.

Aquí todos los artistas que participarán en el evento. El cartel ha sido diseñado por Álvaro Pérez Fajardo de The Fly Factory.
“Mi idea”, explica, “era prepararlo para 2022, con más tiempo y buscando ayudas y patrocinadores, pero resulta que este año no hacen la fiesta medieval”. Así que fue ese “plantéanos un proyecto” pronunciado por el teniente de alcalde, Javier Salgado, el que desató esta chifladura. Iván estuvo tres días colgado del teléfono. Músicos, agentes, managers, habló con todo el mundo. Preparó un dossier detallado y cuando estaba a punto de enviárselo por correo a Salgado, cogió el coche y condujo de Madrid a Vega, “porque esto era algo para tratar en persona”. Para su sorpresa, tanto el Ayuntamiento como el comercio y la hostelería de la zona acogieron y apoyaron el proyecto.
“Yo creo que Vega tiene un potencial de la hostia y, aunque pueda parecer que está aislado, en realidad está a solo 20 minutos de la A6, la gente de cualquier punto del noroeste puede estar aquí en dos horas”. Y a Iván no le van las tibiezas. Su propósito no era reunir a cuatro grupos para juntar a veinte personas en la plaza del pueblo, era crear algo de lujo y de éxito. Una programación para que el tipo de Málaga que no conoce El Bierzo escuche el nombre de Vega de Espinareda y piense ‘allí hacen un festival de la leche’. Más ambicioso aún, algo tan grande que “hasta el señorín que ha pasado toda la tarde en la huerta y baja a tomarse un vino, escuche la música y diga ‘no sé qué es esto pero me gusta’”.
“La gente está cansada de eventos en grandes ciudades y de masificaciones, más ahora con todo esto de la pandemia. Y los que siguen este tipo de música viajan, se desplazan. Aquí tenemos un entorno verde, rural, con aire puro, río y rodeados de montañas. Además, los festivales que se hacen dentro de un recinto cerrado en el que puedes conseguir de todo no dejan dinero fuera”. Por eso aquí todo será al aire libre, para que la gente disfrute del pueblo, descubra la zona, y sea una inyección de riqueza para el tejido económico de la localidad.
Tres días (desde el viernes 23 al domingo 25 de julio) de conciertos, sesiones vermut, pinchadas en el río, actividades infantiles, concentración de coches, motos y bicis clásicas, y mucha alegría. “Quiero que sea una realidad, que se consolide y que se convierta en un evento de referencia”. La primera piedra está puesta. Su entusiasmo es contagioso. Él, que ya nos dijo que El Bierzo era su lugar en el mundo, ahora quiere darlo a conocer al resto. No se lo pierdan porque ya saben, hay ocasiones en que todo confluye para que tres días en el campo hagan historia.

Iván Pérez sujetando el cartel de un evento que nace para consolidarse.