
Angus Arias (derecha) pasando por detrás de Albert Rivera, Alberto Garzón y Pablo Iglesias en la gala de los Goya de 2016
La berciana Angus Arias cuenta ahora sus años por galas de los Goya. La de 2015 fue la más importante desde el punto de vista profesional al tocarle parte del premio a la mejor dirección de producción para Toni Novella por ‘El Niño’. Apenas unas semanas después empezó a trabajar de continuo en la Academia de Cine, con la que colaboraba puntualmente como asistente precisamente para la preparación y celebración de las ceremonias de entrega. La de 2017 fue la más importante desde el punto de vista personal al vivirla “embarazadísima” y coger la baja justo al lunes siguiente. La situación contraria se dio el pasado 2018 cuando un traspiés grabando la promo de los premios para los cines en diciembre la dejó en casa el día de la gran fiesta del cine español. “Y se me hizo raro ver la gala desde el sofá”, admite.
Natural de Molinaseca e integrante de la segunda promoción de la Escuela de Cine de Ponferrada, Arias ha vivido como miembro de equipos de producción rodajes de películas como ‘Los amantes pasajeros’, del oscarizado Pedro Almodóvar. Aunque echa de menos ese tipo de experiencias, su trabajo ahora en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le permite tener una vida más “estable” y afrontar etapas como la maternidad, algo “imposible” en otras circunstancias. Como responsable de producción de la Academia lleva semanas enfrascada en la tarea de tener todo bajo control para la gala de este sábado 2 de febrero en Sevilla. “Los Goya es algo más grande que una película, para lo bueno y para lo malo”, dice ahora que tiene que estar al tanto de eventuales protestas aprovechando el escaparate mediático de esta cita.
“Los Goya es algo más grande que una película, para lo bueno y para lo malo”, dice ahora que tiene que estar al tanto de eventuales protestas aprovechando el escaparate mediático de esta cita

Arias vivió embarazada la ceremonia del año 2017

Angus Arias se encarga de cuestiones de protocolo y seguridad. En la imagen, con Patxi López y la periodista Carmen Enríquez
Angus Arias vive la gala de los Goya desde dentro como asistente de producción desde 2008. Ahora su labor se centra más en cuestiones de seguridad y protocolo, por lo que está más atenta a las autoridades que a los actores, señala con el recuerdo de la gestión de la presencia de políticos en un momento de vacío de poder en la ceremonia de 2016 tras el resultado incierto de las elecciones generales de diciembre de 2015. Una fotografía, la de la berciana pasando por detrás de Albert Rivera, Alberto Garzón y Pablo Iglesias, resume la escena tras días tratando de conjugar las agendas de los líderes de los partidos con los ritmos y la puesta en escena de un evento de estas características.
El cambio de sede a Sevilla de este año le obliga adaptarse a un nuevo escenario y a nuevos contactos, los de la Delegación de Gobierno en Andalucía. “Nos han abierto las puertas y todo son facilidades”, apunta tras haber viajado hace un par de semanas a la ciudad hispalense para tener en cuenta las localizaciones y en medio de la gestión de un notable trasiego de invitados vía AVE. “Nosotros no compramos billetes, compramos trenes enteros”, ilustra Arias, que tenía previsto desplazarse antes para calibrar sobre el terreno todas las necesidades.
“Antes hacía un trabajo más de campo y ahora es más ejecutivo”, resume la berciana con el recuerdo de galas frenéticas entre bastidores y el sabor dulce de aquel premio compartido por ‘El Niño’ en la figura de su “maestro” Toni Novella y en presencia de familiares en 2015. Embarazada de ocho meses vivió la de 2017. “Pelayo es de producción”, bromea al respecto del ritmo de la última fase de gestación de su hijo preparando detalles de la alfombra roja sin olvidar que el padre, Álvaro Solis, también forma parte del gremio en otras facetas. Arias también quiso forzar los plazos en 2018 para llegar a la gala apenas un mes después de lesionarse un pie en una grabación. Le dieron el alta el viernes víspera de la ceremonia. Pero, como millones de españoles, ese año le tocó ver los Goya desde el sofá de su casa.

Con Antonio Banderas

Un pedazo del Goya a la mejor dirección de producción para Toni Novella por ‘El Niño’ le corresponde a la berciana